Ayudas a la conducción Bosch (1.ª parte)

3 enero, 2014

Desde que primero el ABS y después el ESP revolucionaron la seguridad dinámica de nuestros automóviles, permitiendo a todo tipo de conductores salvar situaciones de pérdida de control de sus vehículos, las ayudas a la conducción han ido ampliándose hasta permitir no ya el control seguro del coche por su conductor, sino la actuación por sí mismo tanto para evitar accidentes (frenada automática, aviso de salida de carril, sensor de punto ciego, etc) como para facilitar la conducción autónoma (control de crucero inteligente, circulación automática de seguimiento al coche precedente en atascos, etc). Ayudas sobre las que Bosch –pionera del ABS y el ESP- trabaja y desarrolla en beneficio de los automovilistas de todo el mundo.

Sensor de radar de medio alcance

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A menudo no sólo se trata de descubrir y aplicar nuevos sistemas, sino de mejorar y abaratar los existentes para poder universalizar su uso. Como por ejemplo en el caso del nuevo sensor de radar para alcance medio de 77 Gh (gigahercios), el MRR, con un alcance de 160 m sobre un ángulo de 45º en su ubicación frontal, y 100 m y 150º en la trasera. Pese a su mayor capacidad es más pequeño que los sensores de 24 Gh, lo que facilita su montaje en coches medios y pequeños (además de ser mucho más barato que el sensor de largo alcance LRR3). Especialmente útil en las instalaciones de ACC (Control de Crucero Adaptativo, o sea el inteligente) hasta los 150 km/h o en las del Sistema Predictivo de Frenada de Emergencia, el MRR se puede montar también en la parte trasera del vehículo para avisar del tráfico al salir marcha atrás de una plaza de aparcamiento.
Montado delante o detrás del coche, el MRR regula automáticamente la distancia respecto al vehículo precedente entre 0 y 150 km/h, relegando al LRR3sólo para las velocidades más elevadas en automóviles de alta gama. Con el MRR se puede realizar también la frenada predictiva de emergencia, que avisa al conductor en caso de acercamiento crítico al vehículo precedente, y si no reacciona, efectúa automáticamente una frenada parcial ( y total en caso de rodar a menos de 30 km/h).
Además, los sensores de radar y de video son complementarios, lo que permite mediante potentes algoritmos de “software”, crear a través de la fusión de sus datos una “imagen” muy detallada de la situación real existente delante del vehículo. Sobre esta base se pueden crear otras funciones de asistencia y seguridad, como, por ejemplo, una frenada de emergencia automática a mayor velocidad.

Asistente de frenada de emergencia a baja velocidad

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Muy eficaz contra colisiones por alcance, este sistema detecta el riesgo de un choque por alcance rodando a menos de 30 km/h y activa automáticamente la frenada total. Su función complementa el sistema de frenada de emergencia actual (ya en producción en serie desde 2010) y es utilizado en varios modelos de Audi y VW.
Utiliza dos componentes de Bosch: el sensor de radar de largo alcance LRR3 (detección del entorno), y el Programa Electrónico de Estabilidad ESP. Dado que cuando se conduce a menos de 30 km/h la distancia al coche que va por delante es pequeña, a menudo queda muy poco tiempo desde que se detecta la situación hasta que se aplica la frenada, sin margen para avisar previamente al conductor, por lo que el coche frena solo. Y si se acerca mucho al vehículo que le precede y la diferencia de velocidad entre ambos es demasiado grande, el sistema frena también automáticamente el coche. Para lograr la deceleración más rápida posible, las pastillas de freno se acercan previamente a los discos sin que el conductor se percate de ello, reduciendo el tiempo de reacción en unas milésimas de segundo que pueden ser vitales.
A velocidades más altas, el sistema actúa por niveles. Primero, avisa al conductor con señales acústicas u ópticas seguidas de una ligera activación de los frenos. Si no reacciona a este primer aviso, realiza automáticamente una frenada parcial, que al reducir la velocidad proporciona al conductor más tiempo para reaccionar. Si finalmente pisa el freno, el sistema aumenta la presión.

Asistente de aparcamiento activo
La segunda generación del asistente de aparcamiento Bosch, ya presente en algunos modelos de automóviles, tanto para estacionar en cordón como en batería, tiene el objetivo puesto a medio/ largo plazo en lograr una maniobra totalmente automática.
Además ha mejorado sus funciones conocidas para aparcar en línea (ahora el coche maniobra de forma semiautomática en los huecos y sólo necesita 80 cm más que la longitud total del automóvil). El asistente maniobra y el conductor se limita a observar el tráfico, acelerar, frenar y cambiar de marcha.
Pero por otro lado ofrece nuevas funciones, incluyendo su ayuda al conductor también al salir del aparcamiento. El asistente maniobra el vehículo con el volante hasta que puede salir con seguridad y rapidez del hueco, interviniendo el conductor a partir de ese momento. Pero la principal novedad radica en la nueva función para aparcar en batería, introduciendo el vehículo en huecos que están en ángulo recto hacia la vía pública. Al pasar por ellos, los sensores de ultrasonidos integrados en el lateral del coche analizan el entorno y el módulo de control detecta el hueco adecuado. Después, la electrónica calcula las maniobras óptimas y aparca el vehículo en el mismo, sin que el conductor intervenga más que para acelerar, frenar o cambiar de marcha.
Y además para evitar otros daños (como por ejemplo, posibles roces con columnas en los aparcamientos subterráneos), se ha desarrollado la función Side Distance Warning. Con la ayuda de los sensores de ultrasonido laterales, la electrónica detecta al pasar obstáculos como barandillas, columnas, muros o bolardos y memoriza su posición en relación a la trayectoria del vehículo. Si el trayecto calculado detecta una colisión con ellos, el sistema avisa al conductor, incluso cuando el obstáculo ya no está en el área de detección del sensor.

Videocámaras con visión estéreo

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Todas estas ayudas requieren una precisión máxima en el reconocimiento de la forma y posición de los obstáculos frente al vehículo, algo que a veces no se consigue solo con sensores. Por eso Bosch ha desarrollado un sistema de reconocimiento óptico que reproduce la misma visión humana en relieve (por dos ojos) mediante una plataforma de cámaras en estéreo muy compactas, capaces de medir distancias y dimensiones exactas en 3D. Esta nueva técnica permite calcular mejor la distancia entre objetos, y sobre esta base, Bosch desarrolla funciones que permiten esquivar automáticamente obstáculos en situaciones críticas o que conducen al vehículo de forma automática por zonas en obras. Y, naturalmente, pueden realizar también las funciones de asistencia actuales, como el ACC o la frenada de emergencia automática.
La nueva videocámara estéreo de Bosch proporciona el soporte de datos para otras muchas tareas. Con los mismos obtenidos a 80 km/h se puede reducir de forma drástica el riesgo y consecuencias de colisiones y atropellos, lo que hace de ella la base ideal para una mayor seguridad en el tráfico urbano. Mientras que una cámara convencional se debe programar para reconocer los distintos obstáculos (por ejemplo, distinguir peatones y coches en las imágenes), las cámaras estéreo miden y detectan por sí solas todos ellos mediante el movimiento y la distancia registrada. Con ello se puede iniciar una frenada de emergencia automática sólo con los datos de la cámara estéreo, además de activar antes del choque los sistemas de retención (cinturones de seguridad, airbag, etc).
En el caso de las funciones de frenada automática estas cámaras muy compactas (las más pequeñas del mercado) suponen una gran ayuda para la seguridad funcional. Son funciones que se pueden realizar de modo más fiable con la fusión de sensores de video y de radar o a través de la información que facilita el “segundo ojo” de las cámaras estéreo. Y por supuesto, cumplen también con todas las funciones de las cámaras convencionales (detección de señales de tráfico, ayuda al mantenimiento de carril, cambio automático de luz de cruce y carretera, etc).
Todos estos nuevos desarrollos y aplicaciones vienen a reforzar los cada vez más exigentes requisitos de seguridad que implanta la Comisión Europea (CE), y la propia EuroNCAP (European New Car Assessment Program) que no otorgará a partir de 2014 su mejor nota de 5 estrellas más que a los nuevos modelos de automóviles que vengan equipados con sistemas de asistencia al conductor.