La tecnología MSF (Multimaterial Spade Frame) de Audi para aplicar materiales ligeros al chasis de sus vehículos se extiende también ahora a los muelles. En efecto, para reducir el peso no suspendido de los elementos de la suspensión, la marca alemana ha recurrido a la fabricación de muelles helicoidales en FRP (fibra de vidrio reforzada con plástico), capaz de soportar cargas tan severas como el acero pero con menos peso (un 40% menos). El deportivo híbrido R8 e-Tron es el primero en probarlos, con un peso de kilo y medio por muelle (1,53 kg) frente a los normales casi tres que pesaría en acero (cada muelle de un Audi A4, por ejemplo, pesa 2,7 kg). Aunque los estrenará el R8 e-Tron a final de año, Audi los introducirá progresivamente en todos sus modelos a partir de 2013.
El núcleo del muelle está hecho de fibras de vidrio enlazadas en forma de hélice impregnadas de resina epoxídica, embutido como núcleo junto a una capa de varios mm de fibras adicionales alternadas en ángulos de 45º, de modo que las cargas torsionales de distribuyan entre tracción y compresión. Más gruesos y con menos espiras, estos muelles se “enrollan” cuando aún está blando su núcleo metálico de bajo punto de fusión, y luego todo el material se endurece y templa en un horno a más de 100º, de forma que el núcleo metálico se funde y mezcla con el resto de la FRP.