Prueba: Audi A3 Cabrio 2.0 TDI

4 mayo, 2015
MARIO CHAVALERA

Economía a cielo abierto

A Favor
• Mecánica brillante
• Funcionalidad doble uso
• Equipamiento y acabado
• Bajo consumo
• Buena insonorización
En contra
• Anulación de plazas traseras con cortavientos
• Maletero algo escaso
• Desarrollos de cambio largos
• Precio

 

 

 

 

 

 

Audi-A3-Cabrio_01

Quien busque un descapotable de 4 plazas compacto que combine placer de conducción y funcionalidad, con el encanto de rodar descapotado sin grandes turbulencias incluso a alta velocidad, tiene en este A3 su coche. Eso sí, a cambio de rascar casi 38.000 euros de su cuenta bancaria.
A cambio tenemos un auténtico A3, con su reconocida calidad de construcción y robustez, que le sitúa a un alto nivel entre sus rivales sin techo. Lleva capota de lona, que recogida permite al coche una estilizada silueta, de líneas armoniosas y elegantes. No es marcadamente deportiva, ni lo pretende, pero si dinámica y esbelta. Aunque compacto, este A3 Cabrio ya no lo es tanto: con la adopción de la plataforma MQB del grupo Volkswagen se ha ido de los 4,24 a los 4,42 m de largo, subiendo muy poco más su batalla (de 2,58 a 2,60 m). De ancho gana 2 cm (de 1,77 a 1,79 m) mientras que de alto pierde uno y medio (1,41 m), ganando 3 cm más de ancho de vías. Todo para lograr un cabrio de 4 plazas reales y además, 50 kg más ligero que su antecesor.
Porque más grande no significa más pesado. Incluidos los refuerzos especiales de bastidor para aumentar –o mantener- su rigidez torsional compensando la carencia de la jaula del techo, Audi ha conseguido rebajar en 30 kg el peso bruto de la carrocería. El marco del parabrisas y el capó son ahora de aluminio, y junto a los otros 20 kg rebajados en su equipamiento, tenemos un peso final sobre la báscula en orden de marcha de 1.535 kg, que con todo son 150 más que el del A3 berlina de igual motor.
Confortable y práctico.- La capota textil de 3 capas se tensa al abrirse sobre un ligero bastidor de magnesio y acero, perfectamente integrado en el diseño y de ajuste exacto. Se acciona de forma totalmente automática, pulsando una tecla que pone en marcha el mecanísmo electrohidráulico que completa la operación en menos de 18 segundos (incluso en marcha siempre que no superemos los 50 km/h). Audi ofrece en opción una capota de mayor aislamiento acústico (con una capa interior de espuma más gruesa para reducir aún más el nivel interior sonoro, ya de por sí muy bajo). Realmente no es necesaria; si ya antes era muy bueno, ahora con mejor aerodinámica (Cx de sólo 0,30) no se echa de menos.
El cortavientos (375 €) viene de serie en el nivel Ambiente (que por cierto, vale lo mismo que el Ambition, variando algunos equipamientos que uno lleva y otro no, y a la inversa) mientras que la calefacción para la zona de las cabezas en los asientos delanteros, el “air scarf” –ideal para invierno- es opcional. Y en caso de vuelco, un sistema activo despliega los arcos antivuelco para proteger a los pasajeros (de serie en todas las versiones).

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Una vez dentro, tenemos un espacio correcto para 4 plazas, suficiente para las piernas de los ocupantes traseros y en altura para las cabezas a capota cerrada. Encontramos la calidad y buen acabado de todos los A3: la leve ganancia en anchura se nota, con un gran confort en los asientos delanteros deportivos y una lograda posición de conducción capaz de adaptarse a cualquier talla. Detrás la cosa cambia un poco, sobre todo si los dos ocupantes de las plazas traseras son de cierta altura, debido a la escasa distancia entre las filas de asientos. El maletero gana 60 litros (sube de 260 a 320, con rueda de repuesto de emergencia), que se reducen a 275 con la capota recogida (en realidad 250, al bajar el cajón donde se guarda). Pero aun así es más práctico de lo que parece, ya que su profundidad permite colocar varias bolsas.
La instrumentación es prácticamente la misma que en los demás A3. Y en el equipamiento de serie destacan los 5 airbags (frontales, laterales y de rodillas), reposacabezas activos, protección antivuelco, detector de fatiga, control de presión de neumáticos, climatizador bizona, lunas antitérmicas supertintadas, asientos y suspensión deportiva, sensores de luz y lluvia, Drive Select (5 modos de uso en motor y dirección), etc.
Entre las opciones destacan los asientos calefactables (385 €), el paquete de asistencia (1.615 €) que incluye sensores de aparcamiento, asistente de carril y control de crucero inteligente, la amortiguación variable Magnetic Ride (1.150 €), el MMI Navigation Plus (con toma USB y pantalla plana de 7”), con un pulsador giratorio y zona superior táctil para escribir con el dedo cifras o letras, el Audi Connect, con tecnología LTE de 4G, y la posibilidad de navegar con Google Herat y Google Street View (con información de tráfico “on line”, acceso a Facebook , Twitter, etc).
Mecánica sobrada.- Mientras llega el 1.6 TDI, este A3 cabrio 2.0 TDI cuenta con un motor fiable y brillante de 150 CV en su última evolución, con un sobresaliente equilibrio entre rendimiento y eficiencia, gracias a sus 34,7 mkg de par máximo entre 1.750 y 3.000 rpm. Asociado al clásico cambio manual de 6 velocidades, ofrece una inmediata respuesta desde bajas revoluciones y una brillante aceleración gracias a su abundante par máximo, y eso que tiene que tirar de unos desarrollos del cambio muy largos (casi 60 km/h x 1.000 rpm en 6ª), con una relación muy cerrada entre 1ª y 2ª, más abierta de 3ª a 4ª, y que se vuelve a cerrar entre 5ª y 6ª. Gracias a ello sus emisiones de CO2 no pasan de 110 g/km, pudiendo circular tranquilamente en 6ª a 90 km/h a 1.500 rpm, para luego subir su ritmo hasta su velocidad máxima sin tener que bajar de marcha.

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Con este motor, junto a su buena aerodinámica y lograda motricidad, las prestaciones de este A3 Cabrio son muy buenas: alcanza los 224 km/h de velocidad máxima oficial (más de 210 “oficiosos” a capota cerrada) y cubre el 0-100 km/h en 9,2 segundos (con los 400 m en16,5 y el km en 30,7), registros francamente deportivos. Y pese a su largo desarrollo final se recupera muy bien gracias a la gran elasticidad del motor (a 50 km/h en 5ª cubre los 400 m en 18,1 segundos y los 1.000 m en 31,8). Por eso sus consumos son también muy bajos: en ciudad sólo 6,2 l/100 km (gracias también al “stop & start”) y 4,5 l/100 km a ritmo de paseo en carretera (90/100 km/h), subiendo un litro más en autovía (4,5 l/100 km) a 120/130 km/h. O sea una media final durante toda la prueba de 5,4 litros cada 100 km/h…
Comportamiento irreprochable.- Por último, nada hay que objetar a su comportamiento, en la misma línea que sus hermanos de gama. Con el chasis reforzado y la suspensión deportiva discretamente rebajada (primer nivel, que reduce la altura en 15 mm; luego hay un segundo en el pack S line que baja otro cm más) más su suspensión independiente a las 4 ruedas (la delantera tipo MacPherson y la trasera multibrazo), el comportamiento dinámico del A3 Cabrio es muy convincente. Todo ayuda a ello, desde el tacto de su servodirección eléctrica, directa y precisa (2,75 vueltas de volante entre topes) a los frenos con cuatro discos de generosas dimensiones (288 y 272 mm de diámetro en cada eje) de una eficacia a toda prueba, pasando por un cambio manual rápido y preciso.
La unidad probada montaba unas exageradas ruedas de 19” calzadas con neumáticos de 235/35 YR19, totalmente excesivos para el carácter semideportivo de este cabrio diesel. Renunciando a esta opción contraindicada, la dotación de serie en estos niveles Ambiente/Ambition (llantas de 17” con neumáticos 225/45 R17) es más que suficiente y apropiada, mejorando mucho el confort, por no hablar de las ruedas de serie en el nivel Attraction, las ya hoy normalísimas 205/55 R16. Hecha esta salvedad, la estabilidad es un punto fuerte de este modelo, consecuencia de la acertada puesta a punto del chasis, su nuevo ancho de vías y una suspensión firme que no afecta mucho a su confort de marcha. Gira bien, tiene una respuesta ágil y directa en todo tipo de suelos y mantiene la precisión de trazada en curva, resultando noble en todas sus reacciones.
Luego, como cabrio ofrece un doble uso muy agradable: se puede circular con la capota cerrada casi con el mismo aislamiento de un A3 Sedan con su mismo motor, y descapotado hasta cerca de los 100 km/h con un muy buen nivel de confort. A partir de ahí ya es indispensable el cortavientos, capaz de frenar en seco las turbulencias hasta los 140 km/h, aunque no el ruido. Sólo presenta un único inconveniente, y es que al utilizar el cortavientos se anulan las plazas traseras…
En conclusión, el Audi A3 Cabrio es un práctico descapotable semideportivo que ofrece muchas posibilidades a los amantes de conducir a cielo abierto. Pero como coche de lujo que es nos encontramos con los 38.780 euros de su precio, que van a reducir su potencial número de usuarios, convirtiéndose en un coche comercialmente de nicho.

Versiones del modelo: 'A3'

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