Estilo inglés, elegancia italiana
El especialista británico en superdeportivos ha presentado en el concurso de elegancia italiano de Villa d´Este, este precioso Aston Martin V12 Zagato, una versión especial del carrocero italiano con la que celebra el medio siglo de vida del DB4 GT Zagato, otro de los grandes iconos de la marca de Gaydon.
Mayo ha sido el mes elegido por Aston Martin para desvelar su renovada colaboración con Zagato, uno de los últimos grandes “modistos” italiano de la carrocería. El día 21 mediante su exposición en el concurso de elegancia de Villa d’Este, la localidad alpina italiana junto al lago de cómo, cita anual europea de las grandes bellezas del automóvil de todos los tiempos. Allí el nuevo Aston Zagato ha mostrado su bella estampa, que, sin traicionar al espíritu de la marca se “italianiza” un tanto por la zaga (ya hay quien ha hablado de “ferrarización” de Aston Martín).
El prototipo (que no “concept”, ya que es una variante única comercializable desarrollada por Zagato) está construido de modo artesanal sobre la base del Aston Martín Vantage, y quiere ser un guiño a un antecesor tan legendario como el DB4 GT Zagato, la versión que se presentó en el festival de Goodwood en 1961 y del que sólo se hicieron 19 unidades. Elio y Gianni Zagato iniciaron la colaboración con David Brown (el de las iniciales DB) con la idea de hacer un DB4 aligerado (no olvidemos que el DB4 de calle pesaba dos toneladas), y lograron un coche redondo que marcó desde entonces el estilo de diseño de Aston Martin. De esos selectos 19 DB4 GT, tres se dedicaron a la competición en manos de la escudería Essex Racing, conducidos por nombres tan míticos del automovilismo británico como Jim Clark ó Roy Salvadori, y uno participó con éxito en el antiguo circuito germano de Nürburgring. Por eso, y en su homenaje, este nuevo Aston Martín V12 Zagato competirá en las 24 horas de Nürburgring los próximos días 25 y 26 de junio.
Esta no fue su única colaboración; 25 años después de este DB4 GT, Zagato volvió a carrozar una edición limitada de unidades del Vantage V8 (Vantage Zagato) en 1986 y luego el definitivo Zagato V8 Volante, dos modelos de los más brillantes de toda la producción de Gaydon, con «performances» increíbles para su época como una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos o una velocidad punta que rozaba los 300 km/h. Y más cerca aún, ya en el presente siglo, pudimos ver en el Salón de París de 2002 el Aston Martín DB7 Zagato, una serie limitada de cien unidades (de las que se vendieron sólo 99, ya que la que hacía la centena se la quedó la propia marca para su museo) y que tuvo una continuación con los DB AR1 (American Roadster 1) que fueron solicitados desde Florida y California por los clientes norteamericanos, y que constituyeron otra serie limitada de cien unidades.
Pero el nuevo V12 Zagato apunta un poco más lejos. De momento es un prototipo de salón, conmemorativo y de homenaje, pero pronto habrá una versión de calle, aunque sea en edición limitada. El propio Ulrich Bez, patrón de la marca, lo ha reconocido afirmando incluso que estará listo para comercializarse “tan pronto como sea posible”. Técnicamente, el Aston Martín V12 Zagato toma la plataforma del Vantage V12, con la carrocería fabricada enteramente en aluminio.
Las suspensiones repiten los mismos esquemas, con dobles triángulos superpuestos y amortiguadores de ajuste automático variable Multimatic (DSSV), embrague bidisco con un cambio automatizado de 6 marchas, diferencial de deslizamiento limitado (LSD), frenos de discos ventilados en ambos ejes (y de más de 35 cm de diámetro, con pinzas de 6 bombines delante y de 4 detrás), etc. Todo el proceso de diseño y adaptación de la nueva carrocería ha sido llevado a cabo conjuntamente entre Aston Martin y Zagato, bajo la dirección de Chris Porritt, que ya fuera responsable del prototipo One 77. El motor es el mismo 6.0 V12 del Vantage y del DBS con sus 517 CV y sus 58 mkg de par, todos a través del eje propulsor trasero a través de la citada caja de cambios automática con función secuencial de seis velocidades que se encarga de enviar el par motriz a través de un diferencial de deslizamiento limitado que ejerce las funciones de autoblocante.
También llama la atención un diseño tan italiano, el más italiano que nunca haya tenido un Aston Martin, con concesiones tales como el doble bulbo del techo, la popa de dobles luces circulares ó el frontal que, sin renunciar a la tradicional “boca Aston” (aunque casi oval y toda en negro), crea una forma muy dinámica en el empalme de faros y aletas, con las grandes “branquias” en capó y costados, y el ostentoso deflector posterior de efecto suelo emergiendo por abajo. Hay quien lo ha considerado “demasiado italiano” para un Aston (y hasta hay quien dice que “demasiado japonés”, recordando a los Nissan Z), pero de lo que no cabe duda es de que no deja indiferente. Como tampoco lo dejará su precio. Si ya el Vantage V12 está en los 200.000 euros, el “caché” añadido de Zagato y su carácter de edición limitada puede fácilmente duplicarlos.