Que Aston Martin piensa ir más lejos del Rapide en su gama de superberlinas deportivas de 4 puertas es bien conocido, pero que ese objetivo coincide con el rescate de Lagonda como submarca propia, para unirlo a este tipo de modelos ya no lo es tanto. Con el apoyo directo de Mercedes, la marca de Gaydon apunta maneras más ambiciosas, desde un superdeportivo eléctrico (el DBX que presentó en Ginebra su presidente, Andy Palmer, todavía como “concept” y sin visos de próxima comercialización) a su futuro 4×4 (un SUV muy deportivo con motor y plataforma Mercedes, este sí con posibilidades comerciales a medio plazo), pasando por los lujosos Lagonda de 4 puertas. Pero para todo eso hace falta dinero, y de momento Aston Martin lo ha logrado (890 millones de euros) procedente de sus dos principales accionistas (la italiana Investindustrial y la kuwaití Investment DAR) que apoyan todo el programa de Palmer tras haber recibido las bendiciones de Mercedes. La pregunta del millón es si el grupo Daimler, ya presente en la firma británica, aunque en un pequeño porcentaje (no llega al 5%), va a invertir también a su vez próximamente (el coste de todo el programa de Palmer supera los 2.000 millones) o piensa esperar a ver el resultado del próximo Lagonda…
