Alonso se ve ganador del Mundial y mete presión a sus rivales.

25 septiembre, 2010

Fernando Alonso, piloto de Ferrari, declaró al Diario “Bild” sus sensaciones de que va a ganar el Mundial. Incluso se atrevió a pronosticar el podio final: Alonso, Webber y Vettel, por ese orden. Que lo crea o no, no lo sabemos. Pero que mete presión añadida a sus rivales, seguro. Y aquí radica su ventaja, por eso dice que «es una mezcla de varias cosas. El vehículo de Vettel le ha dejado demasiadas veces en la estacada, ha tenido un par de salidas fallidas y de accidentes de más. Mark, por el contrario, ha sorprendido a todos. Es el que corre con más solidez de todos nosotros y por eso lidera merecidamente». Señaló además, que la experiencia aquí es la clave: «Es la experiencia. Aquí en Ferrari nadie se pone nervioso por el hecho de luchar por el título y yo mismo he sido ya dos veces campeón del mundo». Añade que «no me encuentro por eso bajo superpresión. Sabe usted, en Ferrari en un mal año se consigue el tercer puesto. Otros corredores en cambio pierden quizás su única oportunidad de ser campeones del mundo». Con respecto a sus rivales, Alonso hace la siguiente reflexión: «Webber y Hamilton pueden relajarse y permitirse todavía un fallo. Vettel, Button y yo tenemos que conducir agresivamente e ir a cazarles, pero no podemos permitirnos un error», para continuar diciendo que «el problema de Red Bull es que en las últimas carreras no ha conseguido aventajar a los demás pese a tener el coche mas rápido. El margen es muy estrecho y al final decidirán las pequeñeces».

Conociendo el circuito de Marina Bay.

La leyenda del circuito nocturno se venía forjando en la cabeza de Berni Ecclestone, que preocupado porque las audiencias televisivas bajaban en Asia, por las diferencias horarias, propuso a los organizadores hacer una carrera –la primera de la historia- nocturna. Dicho y hecho, en Singapur –Ciudad Estado- aceptaron el reto y sorprendieron al mundo en 2008 con un espectáculo sin igual, sin parangón. Se diseñó un trazado largo, más de 5 kilómetros, con una pista alumbrada por 1500 focos, serpenteantes entre modernidad y tradición, alimentados por 12 generadores idénticos de energía, que proporcionan iluminación cuatro veces más potente que la de cualquier estadio de fútbol. Se trataba de conseguir simular la luz de día, para lo cual, se instalan proyectores en travesaños de aluminio soportados por tres torres, de 10 metros de altura, y separadas por 32 metros de distancia. Se instalan 108.423 metros de cables eléctricos y 240 pilones de acero. A pesar de la incertidumbre inicial, la visibilidad no fue problema. En general, todo fueron elogios para el circuito por parte de los pilotos, salvo que es demasiado revirado, y la excesiva altura de los pianos. Con todos esos ingredientes, arrancó en 2008 la primera carrera de la historia, con tan buena suerte, que un doble campeón del mundo, Fernando Alonso, aprovechando un accidente de su compañero de equipo, inscribía su nombre con letras de oro como primer ganador, para mayor regocijo de los organizadores y de Ecclestone. Al año siguiente fue Lewis Hamilton el que se hizo con la victoria, de principio a fin de carrera. Y otra vez Alonso, en el podio, esta vez tercero. Este año, la carrera promete emociones por lo apretado de la clasificación de pilotos en sus cinco primeras plazas, y por la previsión de lluvia. El año que viene, el trazado ya no será igual, pues entre las curvas 7 y 9 se eliminará el actual zig-zag, por un único giro a izquierdas, y la pista no discurrirá bajo la tribuna junto al mar de la parte final, con lo que se gana velocidad y posibilidades de adelantar.

Se podrían decir muchas cosas del Circuito de Marina Bay, situado en la Ciudad Estado de Singapur. Pero por encima de todas, está que es el único circuito de todo el Mundial donde se corre de noche. Pero no como en Abu Dhabi, que va atardeciendo poco a poco, no; se corre con noche cerrada. La atmósfera que se respira es única, singular. Su trazado, que gira en el sentido contrario a las agujas del reloj, destaca por lo revirado que es, con multitud de curvas de segunda o tercera velocidad, lo que hace que se pise el acelerador a fondo en menos de la mitad del tiempo por vuelta, el 44% del tiempo, estimado entorno al 1:45”. Si el circuito descansa, no es lo mismo para los frenos, que no descansan entre tanta curva y necesitan una refrigeración especial. Aquí, los rebufos, o ir muy pegado al de delante, se pagan por la no entrada de aire. El circuito es el segundo más lento del calendario, sólo superado por Mónaco, por lo que el reglaje del monoplaza va encaminado a obtener la mayor carga aerodinámica posible, con suspensiones algo blandas. Además los coches requieren una relación de marchas poco espaciadas al objeto de conseguir mayor aceleración a bajas revoluciones.

El circuito, con una longitud de 5.073 metros, tiene capacidad para 120.000 espectadores. Alberga 24 curvas (14 a derechas y 10 a izquierdas), y los monoplazas alcanzan velocidades de 290 km/h. La carrera se disputa a 61 vueltas (309,316 km). Se requiere una carga aerodinámica muy alta; aquí los frenos sufren bastante, en cambio los neumáticos tienen un desgaste medio, aunque la adherencia no es buena hasta que la carrera ha consumido varias vueltas. Hablando de consumos, el consumo de gasolina es de 2,6 kg/vuelta, con una penalización por cada 10 kg de más de gasolina, de 3,3 décimas por vuelta.

Decíamos que sólo se han disputado dos carreras: la primera la ganó Alonso y la de 2009, Hamilton, acompañado por Timo Golck, y Fernando Alonso; Hamilton hizo la pole con 1.47:891. La mejor pole fue para Massa, que en 2008 hizo un tiempo de 1:44:801. La mejor vuelta rápida es para Raikkonen, en 2008, com 1:45:599.

Un elemento más de incertidumbre a tener en cuenta este año es la alta previsión de lluvia para todo el fin de semana. Mayor es la probabilidad de lluvia del 95% para la carrera que para la calificación. Los libres irán también pasados por agua. Es la mayor preocupación de Ferrari, que no puede permitirse el lujo de cometer los errores de estrategia de SPA. Por lo tanto, ganará la carrera quien acierte con el reglaje del coche (distinto para seco que para mojado), y sepa combinar la calificación en seco con la carrera en mojado. Eso sin cometer errores de conducción. Aquí la salida del SC (Safety Car – Coche de Seguridad), está garantizada. Y el espectáculo que nos espera, también.