A partir de este mes de junio se endurece la ITV

2 junio, 2021
J. ROBREDO
Más control sobre el OBD

Desde ayer 1 de junio de 2021, la inspección técnica de vehículos (ITV) ha modificado su normativa endureciendo algunas infracciones antes consideradas leves.

Dichas modificaciones pretenden adecuar la inspección a las nuevas tecnologías, además, especificando de forma más clara y precisa. El caso más llamativo quizá es el que afecta al ABS (el sistema antibloqueo de frenos) en los coches que lo equipan antes de 2003 (cuando no era obligatorio llevarlo), en los que su no funcionamiento pasa a ser defecto grave cuando antes era considerado leve. Resulta un poco absurdo que su fallo no se aplique a todos los coches que lo llevan, pero por alguna extraña razón, sólo se aplica a los coches que lo han equipado opcionalmente antes de su imposición general.

Otro fallo que de leve pasa a ser considerado grave es el posible desprendimiento de los espejos retrovisores (que estén flojos en su ajuste, se supone, aunque es algo bastante arbitrario de evaluar), y desde luego si van rotos o sueltos. También a partir de ahora, y para aprovechar los adelantes de las nuevas tecnologías, si sólo se entrega la tarjeta de inspección técnica a la hora de pasar la ITV, se pueden comprobar los datos del permiso de circulación (a través del Registro General de Vehículos de la DGT), algo un tanto superfluo ya que la inmensa mayoría de los usuarios suele presentar ambos en la estación ITV.

En general no hay grandes cambios sino la calificación de grave a algunas disfunciones o averías antes tenidas por leves, lo que no deja de ser un engorro a veces dado que los defectos graves suponen el rechazo del vehículo, que no puede circular a no ser que se lleve directamente al taller para su reparación, para al cabo de dos meses como máximo volver a la estación ITV para someterse a una nueva inspección.

La centralita, bajo control

Otra novedad es la comprobación de la centralita a través del sistema de diagnóstico de abordo OBD (On Board Diagnosis). Concretamente la conformidad de sus parámetros (en especial de emisiones) para los modelos bajo normativa Euro 5 y siguientes (o sea con motor de gasolina o diésel a partir de 2011), y como todavía estamos bajo las medidas de prevención anti Covid19, la lectura de OBD se limita a determinados vehículos, como los industriales de más de 3.500 kg y los autobuses, ya que para su comprobación es necesario en muchos acceder al habitáculo del vehículo por parte del inspector, que debe llevar un EPI o traje de protección especial. Por lo demás, la emisión de gases se sigue comprobando aunque no se conecte el OBD, por medio de una sonda colocada en el tubo de escape para medir los gases expulsados.

Otro cambio que se produce (pero que sólo afecta a quienes busquen matricular un coche usado procedente del Reino Unido) como consecuencia del “brexit” es que los vehículos de procedencia británica que quieran matricularse en España se consideran procedentes de terceros países, y por tanto no sujetos a las ventajas y exenciones que disfrutan los vehículos procedentes de la Unión Europea. Esto perjudica también a los coches nuevos, pero éstos normalmente afrontan las nuevas trabas a través de su red comercial oficial de importadores. Pero desde el 1 de enero de este año los vehículos procedentes del Reino Unido tienen que realizar los trámites de importación necesarios, con el agravante de que las homologaciones británicas desde el 31-XII-2020 ya no son válidas en la UE, lo que complica la documentación a aportar y los trámites a realizar.

Y para colmo, las precauciones anti Covid19 siguen afectando el procedimiento de las revisiones en las ITV, precauciones recogidas en el esta nueva normativa cuyo manual de operaciones recoge las medidas de higiene y prevención ante el coronavirus que ya se empezaron a aplicar tras el primer confinamiento del año pasado, con el objetivo principal de reducir al mínimo el contacto entre inspectores y usuarios. Así, se recomienda que solo vaya una persona con el vehículo a la ITV y que el pago de la misma se realice con tarjeta, que se concierte la inspección mediante cita previa, que no se baje del coche durante la inspección (salvo en algún momento) y se lleve siempre la mascarilla puesta, etc, etc.

Externalizar el servicio, en auge

Estas molestias crecientes están llevando a externalizar y delegar el paso por la ITV con empresas terceras (compañías de seguros, talleres de mantenimiento, etc). Entre estos nuevos servicios de llevar el coche a la ITV en lugar del dueño destaca el ofrecido por la cadena Norauto, que incluye la recogida y entrega del vehículo para llevarlo al taller y pasar la ITV, un servicio de momento solo existente en Madrid aunque Norauto espera extenderlo al resto de sus más de 90 autocentros en España.

Primero se hace una comprobación pre-ITV para asegurarse el resultado favorable, en la que el personal de la cadena se encarga de recoger el vehículo a domicilio, lo revisa o repara y, si el usuario lo solicita, le pasa la ITV. Una vez pasada la inspección, se entrega el coche de nuevo en el domicilio. Hay que destacar que si la inspección es desfavorable, Norauto asume el coste de volver a pasarla hasta que sea favorable (dado que la firma garantiza con su servicio Pre-ITV que el vehículo es apto).

Hay que recordar que la sanción por no pasar la ITV a tiempo en un vehículo asciende a 200 euros (100 euros con pronto pago) y si circulamos con un vehículo con la inspección negativa, la sanción sube a 500 euros sin posibilidad de rebaja.