Porsche Mission E Cross Turismo

21 marzo, 2018
J. ROBREDO
El segundo “concept” eléctrico

Porsche ha desvelado en el Salón del Automóvil de Ginebra un vehículo con muchas capacidades y espectacular estampa, el Mission E Cross Turismo, segunda versión de la familia Mission E eléctrica de Porsche, esta vez como Cross Utility Vehicle (CUV).

Este «crossover» presume de un diseño emocional con llamativos elementos todoterreno, así como la innovadora pantalla y su concepto de funcionamiento táctil con control de seguimiento de la vista. El Porsche Mission E Cross Turismo destaca por su tracción integral, su interior modular y una carrocería dispuesta a afrontar un modo de vida activa, surgiendo como un “crossover” entre el Porsche Mission E y el actual Porsche Cayenne, siempre bajo un lenguaje de diseño muy Porsche pero haciendo un guiño a aquellos potenciales clientes que buscan en su coche un aliado respetuoso con el medio ambiente y a la vez apto para escapadas aventureras.

Con un capó bajo entre sus potentes aletas curvas, su frontal no desmiente su relación con el icono deportivo de Porsche, el 911, pero con rasgos propios como las tomas frontales verticales de aire (“air curtains”) y sus rasgados faros de diodos Matrix LED. Dotado de suspensión neumática, cuenta con varios niveles de altura libre al suelo (hasta 5 cm de elevación sobre el nivel normal), y además lleva dirección a las 4 ruedas (como la que ya ofrecen los Porsche Panamera, Cayenne o el mismo Porsche 911), con un generoso tren rodante a base de llantas de 20” con neumáticos de 275/40 R20.

Como buen “crossover”, este nuevo Mission E Cross Turismo es una evolución del anterior Mission E y parece un cruce de SUV, deportivo y familiar. Mide 4,95 m de largo por 1,99 de ancho y 1,42 de alto (como un Panamera, más o menos), con una silueta definida por un perfil del techo que se estrecha hacia atrás (estilo “flyline” lo llama Porsche) y con su anchura reforzada por sus anchas aletas (con salidas de aire tras las delanteras) y marcados laterales con taloneras, con protecciones sobre los guardabarros. Desde atrás se le reconoce inmediatamente como un Porsche con su exclusiva pintura gris claro metalizada (Light Grey Metallic). Además de su diseño deportivo y su deflector de techo, destaca por su luminosidad continua gracias a su gran techo panorámico de cristal, que va desde el parabrisas hasta el portón trasero. Detrás ostenta las letras Porsche que se iluminan en azul, como característica identificativa única para los Porsche propulsados por electricidad.

Aparte de algunos detalles “off road” propios de su carácter “semi SUV”, se aprecia en este Mission E Cross la influencia de los coches deportivos de la marca, con un capó bajo flanqueado por los faros de diodos, y bajo los mismos, las tomas de aire que lo dirigen hacia los laterales del coche para reducir la presión sobre el frontal. La aerodinámica ha sido muy cuidada a fin de lograr la máxima autonomía eléctrica, manteniendo el típico diseño Porsche con una suave caída final del techo. Detrás presenta unos grupos ópticos continuos, con una fina franja luminosa de lado a lado resaltada por una banda en gris oscuro. El escudo difusor no es tan marcado como en otros Porsche, contando con un ángulo de salida más pronunciado.

En el interior, pensado para 4 plazas, los asientos traseros se pliegan para transportar grandes objetos, aunque el techo bajo limita en parte el transporte de objetos muy voluminosos. El maletero cuenta con la novedad de ofrecer correas ajustables para sujetar los bultos, y capacidad suficiente como para transportar tablas de surf o una bicicleta plegable de la marca (Porsche e-Bike) plegando los asientos traseros. El puesto de conducción presenta un salpicadero muy horizontal con una gran pantalla digital TFT y una consola vertical táctil en el medio. Hay además otras pantallas, como la situada delante del acompañante delantero donde éste puede leer y ajustar la información relativa al navegador, equipo de sonido o la climatización. Otra curiosidad es que la pantalla del conductor, que sirve de cuadro de instrumentación, dispone de control ocular y detecta hacia dónde mira el conductor para resaltar una u otra información.

En cuanto a su fuente de energía, corre a cargo de dos motores eléctricos sincrónicos que dan 440 kW (598 CV) de potencia conjunta con los que es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en 3,5 segundos y los 200 km/h en menos de 12 segundos (no hay dato de velocidad máxima). Ambos motores –uno en cada eje para tener tracción total- envían su par motriz a las cuatro ruedas a través del sistema PTV (Porsche Torque Vectoring) que reparte la fuerza de manera independiente entre cada rueda para asegurar la mejor tracción posible sobre cualquier superficie. Este reparto junto con el PDDC (Porsche Dynamic Chassis Control) que prevé el balanceo de la carrocería para compensarlo facilitando la conducción en terreno virado, le asegura un comportamiento dinámico al nivel de lo que espera de un Porsche.

Autonomía y recarga optimizadas.- El Mission E Cross Turismo cuenta con baterías de tracción de iones de litio y están situadas en el piso del coche (suelo tipo “sándwich”), extendiéndose de eje a eje. Gracias a su arquitectura eléctrica a 800 voltios (la misma del Mission E), Porsche anuncia una autonomía máxima de 500 km (unos 400 bajo el ciclo NEDC), aunque para confirmarla necesitaríamos saber su capacidad y entrega en kW/h (Porsche no la facilita). Aun así, la marca anuncia que es capaz de recargar en sólo un cuarto de hora la carga suficiente para recorrer 400 km, aunque esa recarga ultrarrápida tiene truco; debe efectuarse a través de un cargador especial a 800 voltios en corriente continua, un cargador que de momento sólo tiene Porsche, y aunque ha anunciado que instalará uno en cada concesionario de la marca (empezando por los 189 de EE.UU., no en vano el “target” a batir son los Tesla), no deja de ser un “handicap”, parcialmente compensado con la posibilidad de utilizar otras tomas de corriente por cable (a 400 V, por ejemplo) o plataformas de recarga inalámbrica por inducción (pero aquí ya no se dice cuanto tardaría en llegar a una recarga completa). Eso sí, la marca asegura que con su doble motorización eléctrica el Mission E Cross Turismo es capaz de acelerar varias veces hasta su velocidad máxima sin pérdida apreciable de rendimiento

Klaus Zellmer, presidente ejecutivo de Porsche Cars North America comenta sobre su sistema de recarga: «No será tan rápido y fácil como repostar gasolina, pero debería ser lo suficientemente fácil como para permitir un viaje por carretera, al menos dentro de las zonas donde abundan los concesionarios de Porsche». Una decisión que confirma la voluntad de extender lo antes posible la oferta de Porsches eléctricos en los próximos años. Una apuesta eléctrica que se reforzará con la llegada de estos futuros Mission, apoyada sobre dos pilares básicos: los híbridos enchufables y los eléctricos 100%, sin olvidar su oferta de modelos con motores de combustión optimizados. Para ello Porsche invertirá en electromovilidad más de 6.000 millones de euros hasta 2022, tanto en modelos eléctricos puros de la familia Mission E como en la hibridación y electrificación de la gama actual, así como en desarrollar una infraestructura de carga y una movilidad inteligente.

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