Mercedes-AMG Project ONE

5 octubre, 2017
J.C. BERGER
Celebrando los 50 años de AMG

Aún no es más que un “concept” pero aspira a ser mucho más… El Mercedes-AMG Project ONE deslumbró a los asistentes al pasado Salón de Fráncfort con vistas a pulsar la opinión pública, pensado en principio para celebrar el primer medio siglo de AMG como marca.

Mostrado en un pequeño “show” donde junto al todopoderoso patrón del grupo Daimler, Dieter Zetsche, se hallaba también el piloto de Fórmula 1 de su equipo, Lewis Hamilton, Mercedes define este AMG Project One como un “hypercar”, un superdeportivo biplaza con más de 1.000 CV, que toma la tecnología motriz híbrida de la Fórmula 1 para lograr un modelo de calle con la suficiente eficiencia para un uso mixto y diario, pero con las prestaciones de un F1. La idea es lograr un superdeportivo híbrido viable, y la marca busca a medio plazo lograr una variante comercial tanto de este “hypercar” biplaza, como del Mercedes-AMG GT Concept de 4 puertas.

Es inevitable que nos venga a la memoria el prototipo presentado en 1991 Mercedes-Benz C112, otro vehículo experimental también superdeportivo que no se fabricó en serie, pero del que llegaron a haber 70 peticiones en firme de compra.

Su realización ha sido hecha en cooperación con los expertos de la escudería de Fórmula 1 y los ingenieros de la Mercedes-AMG High Performance Powertrains de Brixworth, junto con la Mercedes-AMG Petronas Mortorsport (Brackley).

Su aspecto exterior respira fuerza y deportividad por los 4 costados, con un frontal muy perfilado y esbelto, con la parrilla AMG central y un morro largo y afilado, con la estrella de 3 puntas sobre el capó. Llama la atención el techo con su larga toma de aire en fibra de carbono, un largo tubo para alimentar el motor V6 1.6 que se extiende hasta el mismo, con una aleta central también inspirada en la de los F1. Y sin olvidar el gran deflector de aire en la zaga, sobre una espectacular y agresiva salida de escapes en posición central. Destacan igualmente en todo el cuerpo del coche los múltiples y pequeños alerones repartidos por toda su carrocería, destinados a mejorar la aerodinámica y mantenerlo fijo al suelo… Tarea a la que también ayuda su impresionante tren rodante, con llantas de aleación forjada de aluminio de 10 radios, de 10” x 19” delante y 12” x 20”, calzadas con neumáticos especiales desarrollados en exclusiva para este AMG Project One por Michelin (285/35 ZR19 delante y 335/30 ZR20 detrás, de la Pilot Sport Cup 2), con frenos carbocerámicos en su interior,

Por dentro, sorprende un interior bastante amplio para sus dos plazas, de estilo sobrio pero no espartano, con todos sus elementos funcionales y no meramente decorativos, con los asientos de fibra de carbono integrados en el propio monocasco, con el único reglaje posible de su inclinación de respaldos, un puesto de conducción bastante centrado (con los pedales ajustables, dado que los asientos son fijos) y un volante apaisado y muy horizontal, de forma cuadrada, con el airbag integrado y los mandos en sus brazos para cambiar de forma rápida y directa los modos de suspensión, la configuración de las suspensiones y hasta la apertura y cierre eléctricos de las ventanillas. El cuadro se compone de una pantalla digital de 10”, y cuenta con otra auxiliar de su misma medida donde consultar todos los datos del coche.

Tras los asientos hay dos pequeños compartimentos donde guardar algo de equipaje, así como bajo los asientos… Con la zaga ciega, no lleva espejo retrovisor interior (sería inútil),  sería imposible por la configuración de la trasera, de ahí que tenga una cámara justo al final de la aleta central que hace las veces de espejo interior.

Mecánica sorprendente y «apretada».-Cuenta con un motor 1.6 V6 turbo de gasolina que da 680 CV a 11.000 rpm, al que se unen cuatro motores eléctricos que en conjunto desarrollan más de 1.000 CV. Como prototipo no hay cifras exactas de prestaciones, pero Mercedes declara una aceleración de 0 a 200 km/h en menos de 6 segundos, y una velocidad punta de 350 km/h. Y no es sólo eso… El motor V6 va situado en posición central longitudinal, y envía el par motriz al eje trasero, mientras que en el eje delantero hay dos motores eléctricos capaces de girar hasta a 50.000 rpm. Los otros dos motores están situados uno en el motor, (90 kW) que se encarga de hacer girar el turbo hasta las 100.000 rpm en momentos de alta demanda, mientras que el cuarto (120 kW) está en el cigüeñal y añade su par al del motor de combustión.

La mayor originalidad de este AMG Project One está en adoptar soluciones auxiliares procedentes de la F1. Como el motor eléctrico auxiliar del turbocompresor (MGU-H como se le llama en Fórmula 1, por Motor Generator Unit Heat) que impide cualquier retraso del turbo, con aceleraciones instantáneas más rápidas que las de un motor V8 de mucha más cilindrada (recordemos que se trata de un V6 de 1,6 litros de cubicaje). Y además de anular el retraso del turbo, aprovecha parte de la energía sobrante de los gases de escape para reconvertirla en electricidad, operando como un generador, que alimenta la batería de alto voltaje de iones de litio o bien se usa en los otros motores eléctricos, en especial en el del cigüeñal cuyos 120 kW (163 CV) se unen a la transmisión a través de un engranaje de dientes rectos (para robar menos potencia). Este MGU-K (por Motor Generator Unit Kinetic) es también un préstamo de la F1.

Los dos motores eléctricos de tracción se sitúan en el eje delantero, muy compactos y también de 120 kW cada uno. Todos trabajan a alta tensión (800 voltios frente a los 400 normales), como es común en F1, para ahorrar peso (menor sección de cables) y ganar rapidez de entrega de par. Con un motor por rueda, pueden acelerar y frenar cada una de las delanteras por separado, con una distribución selectiva del par (“Torque Vectoring”), al tiempo que aprovechan al máximo la recuperación de energía en la frenada (hasta un 80%).

La eficiencia energética es muy alta en este AMG Project One; nada menos que un 40% de rendimiento térmico en el motor V6 de gasolina, que podría girar a más de 11.000 rpm (no lo hace para aumentar su duración usando gasolina súper convencional, en vez de la especial de competición que usan los Fórmula 1), gracias también al apoyo del turbo eléctrico. El cambio es el manual automatizado de 8 marchas AMG Speedshift, adaptado a la tracción total AMG 4Matic Performance.

Por lo demás, este AMG Project One cuenta como es lógico con diferentes modos de conducción, desde el puramente eléctrico (dónde solo funcionan los motores del eje delantero, pudiendo rodar así en modo “cero emisiones” durante hasta 25 km), hasta el modo más deportivo, con todos los motores a la vez para rendir al máximo hasta conseguir los mejores tiempos por vuelta.

Por el momento esos son básicamente todos los datos oficiales que hay del Mercedes-AMG Project ONE, el primer “hypercar” del Siglo XXI que utiliza un motor de Fórmula 1 y lo que es más importante, con la tecnología híbrida de la Fórmula 1 actual y la traslada a la calle. No hay datos del precio ni del número de unidades que podrían construirse, pero se habla de 275 unidades y de más de 2,5 millones de euros por coche, y eso partiendo de que se hicieran al menos unas 50 unidades…

En resumen, un superdeportivo híbrido futurista pensado para lograr la máxima eficiencia dinámica con un rendimiento brillantísimo, y que la propia Mercedes ha definido como “el primer bólido de Fórmula 1 con homologación para circular por las vías públicas”. Aunque todavía a título de ejercicio de estilo de ingeniería…

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