SI el 458 pretende ser la “berlinetta” asequible y el California el descapotable funcional (siempre dentro de la exclusividad de la marca), el Ferrari SA Aperta (un raro nombre que a más de uno le recuerda los topónimos mallorquines, aunque la S y la A vengan de Sergio y Andrea, vástagos del carrocero) pretende ser un Fiorano descapotable, pero sin las concesiones propias de la conducción a techo abierto. Bajo el capó tenemos el mismo V12 del 599 GTO, de seis litros de cubicaje y 670 CV de potencia a 8.250 rpm, con un par máximo de 63,3 mkg a casi dos mil vueltas menos (6.500 rpm). Con semejante potencia y un cambio manual F1 de 6 relaciones, anuncia unas prestaciones de infarto (325 km/h de velocidad máxima), tomando sólo 3,6 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h.
El acabado está al nivel de la exclusividad de un Ferrari de serie limitada. El interior puede revestirse de carbono, piel ó Alcántara y la capota es de tela, un “soft top” de pequeño tamaño pensado para un uso casi ocasional, ya que todo en este SA Aperta ha sido concebido para la conducción descapotada. Tras los asientos de este biplaza tenemos unos perfiles que enrasan con los apoyacabezas a modo de prolongación para transformarse en unos estilizados y bajos pilares “B” que actúan como arcos antivuelco.
El parabrisas es un poco más bajo que el del GTB Fiorano 599, lo que deja su altura total en sólo 1,30 m, realmente baja para un coche de 4,70 m de largo y una plataforma de 2,75 m de batalla. Los retoques sobre el Fiorano han sido hechos por el Ferrari Centro Stile, en colaboración con Pininfarina, y el resultado es desde luego un espectacular biplaza descapotable que pesa lo mismo que el Fiorano cerrado pese a los refuerzos practicados para mantener su misma rigidez. Con 1.705 kg en vacío no es desde luego un peso pluma, pero tampoco lo pretende, dado su nivel de equipamiento.
En efecto, este Ferrari SA Aperta viene de serie con la suspensión electrónica SCM (ajuste magnético automático de dureza), el TPTMS (el sistema de monitorización y aviso de presiones de neumáticos y su temperatura) así como el CST con control de tracción F1-Trac, el sistema de control dinámico de estabilidad de Ferrari. Los frenos son los mismos del Fiorano, con sus grandes discos de casi 40 cm de diámetro (398 mm) delante y 36 detrás, por supuesto ventilados y ranurados y con pinzas delanteras de 6 pistones, y las ruedas montan llantas de 20” de diámetro, con neumáticos ZR de 245/35 delante y 305/35 detrás.
El motor es el 12 cilindros en V a 65º de 5.999 cc de cilindrada con una compresión de casi 12 a 1 (11,9), y el cambio tipo F1 ha sido pensado para que se consiga cambiar de marcha en tan sólo 6 centésimas de mm. Su impresionante potencia y par no han sido retocados para mejorar consumos (para eso están los California, dotados ahora del sistema HELE que, con “Stop & Start” incluido logra mantenerlos al filo de los 300 grs/km de CO2 -299-). En el caso del SA Aperta, el promedio del consumo homologado es de 17,5 lts/100 km, inevitable en un motor tan grande y potente como éste, con un promedio de emisión de CO2 de 411 grs/km. Aún así se ha mejorado frente a los del primer Fiorano 599 GTB, que arrojaba 21,3 lts/100 en el promedio homologado con 490 grs/km de CO2, y eso que su potencia máxima se quedaba en 620 CV, 70 menos que en el actual.
Como serie ultralimitada, cada SA Aperta será hecho a medida de las preferencias y exigencias de cada cliente, lo que les asegura una exclusividad única, y también no permite fijar un precio único, que en cualquier caso se moverá por encima de los 300.000 euros (aunque no hay tarifa oficial, se calcula que estará sobre los 325.000/330.000 euros). Y sólo ochenta afortunados privilegiados podrán pagarlos para acceder a uno de los descapotables más exclusivos de toda la producción mundial…