Con calidad superior
La marca francesa afronta con su compacto medio C4 una nueva etapa basada, además de en la tecnología, en una calidad nunca antes vista en Citroën. Fabricado en Francia (Mulhouse), destaca por montar motores ecológicos y otros dispositivos eficientes para la seguridad y el confort de marcha.
Citroën inició hace casi dos años con el actual C5 una nueva etapa con el objetivo de aumentar significativamente la calidad. La continuaron este año los nuevos modelos C3 y DS3 y ahora, este noviembre, le llega el turno de comercialización al nuevo y muy esperado C4, que adopta un nuevo concepto de fabricación en el que la calidad, el diseño y la tecnología van juntos de la mano, dando forma a un producto de nivel muy superior al del actual C4. Su diseño, aunque menos vanguardista que el modelo saliente, es más estilizado y elegante, con nervaduras laterales, en la línea actual de Citroën marcada por los nuevos C5 y C3, ofreciendo ahora una mayor presencia y empaque.
Emplea la plataforma del modelo saliente, aunque es 5 cm más largo (sus 4,33 m le mantienen en el segmento compacto), 2 cm más ancho (1,79 m) y 3 cm más alto (1,49 m). También conserva el mismo esquema de suspensiones pero con una cierta evolución, independiente Mac Pherson en el eje delantero y semitorsional trasero por paralelogramo deformable, con nuevas estabilizadoras, amortiguadores, muelles y soportes superiores. Y sólo se ofrece en carrocería 5 puertas, no estando prevista su comercialización en 3 puertas ni tampoco en 4 puertas, como en el anterior modelo, supliendo en cierta forma la versión DS4 al primero (al llevar las puertas traseras con tirador camuflado).
En su exclusivo interior, sorprende encontrar acabados impecables, con buenos ajustes y empleo de materiales de alta calidad muy agradables a la vista y al tacto, que aseguran un refinamiento nunca antes ofrecido por la marca en el segmento C. El llamativo salpicadero (de una sola pieza) con inserciones cromadas, emplea plásticos mullidos, mientras que el volante sigue la tendencia del mercado con el achatamiento de su zona inferior, si bien abandona el núcleo fijo que tenía el modelo anterior (justificado por el ahorro de peso) pero no su multifuncionalidad, con un exceso de botones y mandos que pueden llegar a distraer al conductor (se controla audio, teléfono y el regulador-limitador de velocidad). Una serie de múltiples huecos portaobjetos inundan el habitáculo, incluyendo en el apoyabrazos central una amplia cajonera con un práctico enchufe de 230V.
Delante cuenta con asientos envolventes, muy ajustados la-teralmente y con dos zonas de dureza diferenciada (más mullido en su zona lateral). Las plazas traseras disponen de espacio suficiente para piernas y también se benefician de un mayor espacio para la cabeza, con lo que se mejora la sensación de habitabilidad de los ocupantes.
El maletero es muy cúbico y aprovechable, aunque con un plano de carga algo alto, y ha sido optimizado para llegar hasta los 380 litros (60 más que antes), que suben hasta 408 litros si en lugar de rueda de repuesto (de serie) se lleva kit antipinchazos bajo su piso. Acústica y estanqueidad han sido especialmente trabajadas para absorber mejor el ruido procedente del vano motor, que incluso a pesar de los nuevos materiales aislantes en la unión con la caja de cambios, ahorra 5 kg de peso.
Continuando con la tradición de popularizar los últimos desarrollos tecnológicos, el nuevo C4 introduce dispositivos novedosos en el segmento, como faros bi-xenon direccionales, re-trovisores exteriores con sistema de vigilancia del ángulo muerto, servicio de llamada de urgencia “eTouch” e incluso una función de masaje lumbar en las plazas delanteras, opciones éstas más habituales en coches de segmentos superiores. Cuatro sensores ultrasónicos situados en los paragolpes se encargan de activar el aviso del ángulo muerto, mediante un led naranja dispuesto en los retrovisores exteriores, para señalar la presencia de un vehículo en el carril contiguo.
Las motorizaciones son todas ya conocidas en la marca, contando en gasolina con los VTi 1.4 y 1.6 de 95 y 120 CV respectivamente, además del nuevo 1.6 THP sobrealimentado y con inyección directa que rinde 156 CV. En diesel la oferta se basa en el 1.6 HDi desdoblado en dos potencias de 90 y 110 CV, y el 2.0 HDi de 150 CV. El 1.6 HDi inicia su comercialización a partir de una versión ecológica denominada e-HDi, a la que se le dota de tecnología micro-híbrida para el ahorro de combustible (4,2 lit/100 km). Concretamente, además del sistema Start & Stop, incorpora alternador reversible, neumáticos de baja resistencia a la rodadura (Michelin Energy Saver) y un aceite específico. Esta versión ecológica monta de serie una transmisión optimizada por embrague pilotado CMP (sin pedal de embrague) de 6 velocidades.
El sistema de arranque parada es el más refinado hasta la fecha en un motor diesel, siendo inmediato (0,4 seg.) y con ausencia total de las vibraciones propias de un motor diesel al arrancar. Se activa parando el motor al detener el vehículo, para volverlo a arrancar al soltar el pedal del freno y de momento sólo se ofrece con la versión e-HDi, aunque poco a poco se irá generalizando en el resto de la gama.
Este primer acercamiento al modelo se hizo precisamente con dos versiones (las únicas que, de momento, montan el CMP de serie): el 1.6 THP y el 1.6 e-HDi. El cambio manual pilotado dispone de un embrague que es actuado mediante una unidad robotizada que embraga y desembraga automáticamente. Exige un periodo corto de adaptación si no queremos dar tirones al cambiar de velocidad, para lo que tendremos siempre que pisar el acelerador con sua-vidad o levantar ligeramente este último para facilitar el cambio, resultando muy cómodo en ciudad.
También permite el uso manual secuencial aunque sólo desde las levas –fijas– tras el volante (de serie), que no es especialmente rápido ni deportivo, ni siquiera en el más potente THP. La particularidad de ambos motores es la entrega del par en la zona baja de revoluciones, facilitando y optimizando la conducción en ciudad que rápidamente busca las marchas largas.
Los dos empujan desde 1.500 rpm de forma suave y progresiva, estirando el e-HDi hasta 5.000 rpm (más allá de las 4.500 rpm el motor se acaba) y el THP hasta 6.000 rpm sin pérdida significativa de potencia. De igual modo, pudimos conducir el 2.0 HDi de 150 CV, variante muy completa gracias a su elevado par de 34,7 mkg entre 2.000 y 2.750 rpm. Aunque reacciona desde las primeras 1.500 rpm, es desde 1.800 rpm donde responde con mayor energía, no compensando pasar de 4.000 rpm. Hay que destacar el trabajo realizado en las suspensiones, muy agradables y eficaces, con la dureza justa y sin producir oscilaciones excesivas de la carrocería, logrando un buen nivel de comportamiento muy sano y predecible.
El nuevo C4 se ofrece en los acabados Business, Sport y Exclusive, incluyendo desde el primer nivel el aire acondicionado, ESP con ayuda al arranque en pendiente, 6 airbags, elevalunas delanteros eléctricos, indicador de cambio de marcha (cajas manuales), retrovisores eléctricos, dos fijaciones Isofix para sillas infantiles, etc. El nivel Sport añade climatizador, limitador/regulador de velocidad (permite memorizar hasta 5 velocidades), faros antiniebla con función “cornering”, elevalunas eléctricos traseros, luces y limpiaparabrisas automáticos, retrovisor electrocromático, freno de mano eléctrico (sólo CMP), lunas tintadas, etc. Y el acabado Exclusive añade el freno de mano eléctrico, la función “eTouch” de aviso de emergencia, aviso de ángulo muerto en retrovisor exterior, sensores de aparcamiento delantero y trasero con medición de espacio disponible para aparcar, asientos con masaje y llantas de aleación de 17 pulgadas entre otras cosas. Todo un lujo en la marca del doble “chevron”.