50 aniversario en Japón
Ferrari ha presentado en el Centro Nacional de Arte de Tokio una versión superexclusiva de su 488 Spider denominada J50 para celebrar su medio siglo de presencia en Japón.

Este exclusivo modelo que casi no se le parece en nada al modelo de que deriva, cambia el nombre a Ferrari J50, «J» por Japón y 50 por los años de presencia de la marca del “cavallino” en el imperio del Sol Naciente. Tan sólo se fabricará una edición limitada de diez ejemplares, todos ya comprometidos, a un precio no hecho público pero que fuentes oficiosas estiman en dos millones de euros la unidad.
Las modificaciones profundas del Ferrari 488 Spider has sido llevadas a cabo por la división Ferrari Special Projects, el departamento de coches especiales de la marca de Maranello, y diseñado por el propio Centro de Estilo Ferrari. Este J50 es un «spider» con techo “targa”, o sea sin capota de lona sino un techo desmontable de dos piezas de fibra de carbono que se quita y se pone en un «pis-pas», pudiendo guardarse a coche abierto tras los asientos.
La carrocería es mucho más perfilada y singularmente bella, con un frontal muy diferente, más bajo y apaisado, que ha obligado a modificar los radiadores, ocultos bajo un capó más bajo y estrecho, con dos tomas laterales de aire perfiladas desde las aletas delanteras. Ferrari dice haberse inspirado para su diseño en algunos de sus «spider» más carismáticos, en concreto en los F 288 GTO, así como en los F40 y F50 (en el lateral luce una banda negra y alguna línea como las de los 288 GTO y el F40). También afirma que su bajo frontal y parabrisas pretenden rememorar la época de los coches de competición sin parabrisas, allá por los años 50, donde apenas si se montaba una visera para pilotarlos con casco (de ahí el efecto “helmet visor”), además de permitir un flujo dinámico de aire que mejora la “down force” del alerón posterior.

Con el motor del Año 2016.- El motor, en posición central, es el galardonado V8 3.9 biturbo (ha sido elegido Motor del Año de 2016), que aquí pasa a desarrollar 690 CV a 8.000 rpm (20 más sobre los 670 que da en el Ferrari 488 Spider) con un par no especificado pero que estará al nivel de los 77,5 mkg del 488. Con tal motor por lo menos igualará las prestaciones del 488, que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 3 segundos (y en 8,3 a 200 km/h) y alcanzar los 330 km/h de velocidad punta, unos registros sensacionales para su cilindrada, logrados con tracción sólo trasera y un cambio automatizado de doble embrague y 7 relaciones.
Tras los dos asientos, tapizados en piel y Alcántara, este J50 monta unos arcos de seguridad que los envuelven por arriba, embelleciendo su estética, algo poco frecuente con estos elementos. Y en la zaga, con sus cuatro grupos ópticos circulares, típicamente Ferrari (como en el GTC4Lusso), tenemos un alerón en negro también muy perfilado, como prolongación de la cubierta transparente de policarbonato que cubre el motor para poder admirarlo desde fuera. Con unas llantas exclusivas de diez brazos pentagonales y 20” de diámetro, fabricadas en aluminio forjado, este J50 es toda una belleza, fruto del saber hacer de la marca en el campo del diseño.
Una edición muy exclusiva.- Se sabe que la mayoría de sus compradores (aunque no todos) son japoneses y todos han sido previamente seleccionados entre los coleccionistas incondicionales de la marca. La intención de Ferrari es repetir el éxito que supuso el F60 América en homenaje al mercado norteamericano, ahora con este J50 en homenaje al mercado nipón del que sólo en Japón se registraron más de 300 solicitudes. Pero los nuevos directivos de la marca del “cavallino” quieren acentuar el carácter exclusivo de estas miniseries, para compensar el más genérico de sus modelos normales de catálogo, que ya suman más de seis millares de coches al año. Por eso cada J50 se terminará con personalización incluida de su comprador, para hacer que ninguno de los diez sea exactamente igual. Este nuevo biplaza «spider» se convierte así en el descapotable más rápido de Ferrari hasta la fecha, y también en uno de los más limpios y bonitos de su historia, con su afilado frontal en flecha y su estilizada y armoniosa zaga.