De nuevo, la más eficiente en Estados Unidos
La Agencia para la Protección Medioambiental (EPA) ha señalado por cuarto año consecutivo a Mazda como marca de automoción más eficiente en Estados Unidos.

El informe de la EPA que sitúa a la marca de Hiroshima en la cumbre de la eficiencia de consumos de combustible, lo hace por delante de marcas como Honda, Nissan o Hyundai. Y todo ello, sin contar en su gama americana con vehículos híbridos o eléctricos.
El informe «EPA’s Light Duty Automotive Technology, Carbon Dioxide Emissions, and Fuel Economy Trends Report on MY 2015» mide dos variables. En primer lugar, compara la media de emisiones totales de CO2 por marcas de automoción, haciendo la media de todos sus vehículos, y llegando hasta una cifra, en el caso de Mazda, de 300 g/mi, 8 gramos inferior al segundo en el ránking, y dos gramos menos respecto al año pasado.
La segunda variable que indica el informe es la eficiencia de combustible, es decir, la máxima autonomía con el menor consumo posible, donde Mazda logra una cifra de 7.95 l/100 km, un 2,4% más eficiente que el siguiente competidor.

Estos logros responden a la apuesta de Mazda por la tecnología ultraeficiente SKYACTIV, que basa su estrategia en el desarrollo de una arquitectura ligera aplicada a cada uno de los elementos fundamentales del vehículo: motores, cajas de cambio, carrocería y chasis. En el caso de los motores, Mazda dispone de cilindradas adecuadas y atmosféricos en el caso de los gasolina para ofrecer el mejor rendimiento en circunstancias de conducción real, en contraste con los motores gasolina turboalimentados de baja cilindrada, que logran buenos resultados en cifras de consumo homologado, pero disparan su consumo real de combustible.
La asociación de los motores SKYACTIV gasolina y diésel con las nuevas transmisiones manuales y automáticas más compactas, así como a carrocerías y chasis más ligeros y seguros, han permitido a la marca de Hiroshima lanzar al mercado una exitosa gama de modelos caracterizados todos ellos por ofrecer un alto rendimiento dinámico en combinación con un bajo nivel de consumo y emisiones. El objetivo, tal y como se planteó la compañía hace casi una década, es conseguir motores de gasolina que consuman como un diésel y diésel con consumos equiparables a los de un vehículo híbrido.