Un urbano para todo

Con un aire menos utilitario que su hermano de 5 puertas, ofrece su misma funcionalidad real con un “look” más juvenil y deportivo, y su misma economía con este motor 1.4 CRDI ensayado. Práctico y cómodo, constituye una buena alternativa por apenas 19.000 euros en este máximo nivel probado.

Ante todo, es tan compacto como su hermano de 5 puertas, con sus mismos 4,04 m de largo y 1,73 m de ancho, con 1,45 m de alto (lo único que cambia, 2,5 cm menos) y la misma batalla (2,57 m). Sigue siendo un 5 plazas, aunque detrás sólo dos van realmente cómodos. Cambia la inclinación del parabrisas (algo más tendido) y la caída de la zaga, con portón un poco menos vertical.

Estéticamente Hyundai ha logrado proporcionarle un aspecto más dinámico, con un frontal más agresivo obtenido mediante un simple cambio de paragolpes que incorpora una parrilla más grande e invierte la forma de su trapecio, logrando así una mayor sensación de anchura. Además, cambia también el diseño de los faros antiniebla y la disposición interna de las ópticas de los faros, consumando un “look” distinto y más atrevido. Detrás se acentúa la caída del techo, con los pilares traseros más cortos y anchos, lo que genera peor visibilidad. Todo este aspecto más deportivo culmina con unas nuevas llantas de aleación de 17” con neumáticos de 205/45 R17, exclusivas del i20 Coupé.

Deportivo y funcional.- Las puertas son bastante más anchas que las delanteras del i20 berlina, lo que dificulta su acceso aparcado en batería, y disponen de doble punto de sujeción abiertas. Los asientos delanteros tienen función “easy-entry” (se desplazan mucho hacia delante al plegarlos) pero sin memoria de posición, y el acceso a las plazas traseras es algo incómodo (inevitable en este tipo de coches). Cuentan con un práctico detalle, en forma de tirante extensor del cinturón de seguridad que facilita cogerlo sin llegar con la mano al pilar central, muy retrasado.

Detrás caben bien dos adultos de hasta 1,80 m de estatura, y aún con menos altura al techo que el 5p (y menos aún por el techo practicable que equipa de serie en este nivel Style) no plantean problemas de espacio, tanto en anchura como en espacio para piernas. Eso sí, a techo abierto tendremos un elevado ruido en marcha y bastantes turbulencias, sin posibilidad de atenuar la salida del aire por las ventanillas traseras (son fijas), sólo por las delanteras.

A cambio de la peor funcionalidad de las 3 puertas, este i20 Coupé nos obsequia con un maletero algo mayor que su hermano de 5 puertas (336 litros, 10 más, que son unos 350 reales hasta la bandeja cubreequipajes, disponiendo de otra pequeña bandeja oculta bajo el piso y además, bajo ésta, de una rueda de repuesto de emergencia que bien podría ser hasta normal, dado el hueco de que dispone. Y por supuesto, ampliable plegando los asientos traseros (por mitades asimétricas 60/40) hasta sumar más de mil litros (1.011)…

Mecánica suficiente.- Mientras llegan los futuros tricilíndricos 1.0 turbo de gasolina (con 100 y 120 CV) este diesel CRDi de 90 CV ofrece un compromiso muy logrado. Es un 4 cilindros de algo menos de litro y medio (1.396 cc), con culata biárbol de 16 válvulas y turbocompresor de geometría variable, y 24,5 mkg de par máximo constante entre 1.500 y 2.500 rpm, que para un peso en vacío de poco más de la tonelada (sobre 1.130 kg) le permite una agilidad de marcha francamente notable, unido a su cambio manual de 6 relaciones (y no 5 como sucede en la mayoría de sus rivales). Con especificaciones Euro 6 y filtro de partículas de serie, no le hace falta recurrir al “stop & start” para homologar un mínimo nivel de emisiones (106 grs/km de CO2) que le exime del impuesto de matriculación.

Su respuesta motriz nos ha convencido, y su consumo también (y eso sin llevar el sacrosanto “stop & start”). La casa anuncia 175 km/h de velocidad punta y 12,1 segundos de 0 a 100 km/h, y nuestra unidad, ya bastante rodada, ha mejorado ambos registros (177 km/h de velocidad punta y 11,8 segundos en el 0-100 km/h, cubriendo el km desde parado en 33 segundos justos. Unos cronos muy dignos que sin ser realmente deportivos, permiten una notable agilidad, sobre todo en el margen de 1.500 a 3.000 rpm, en el que este motor se mueve con total soltura en las tres marchas superiores. También sorprende lo poco que se oye por debajo de 2.500 rpm, con un giro suave y silencioso que nos hace dudar de que su mecánica sea de gasóleo, lo que sólo se nota tras arrancar en frío, y en la pereza en superar las 3.600/3.800 rpm.

Las recuperaciones son brillantes y sostenidas, sólo en 6ª se muestra algo más linfático al bajar de 2.000 rpm, pero se defiende muy bien en llano, manteniendo en 6ª los 130/140 km/h de crucero sin esfuerzo, justo sobre las 3.500/3.600 rpm, con una 5ª siempre al quite para acortar los adelantamientos. Los cruceros legales se mantienen a punta de gas con mínimo ruido y consumo, incluso a coche cargado. Y ya que hablamos de consumo, la casa indica un promedio combinado de 4,1 lts/100 km, con un mínimo interurbano de 3,5 y un máximo urbano de 4,9. Y aunque en el uso real las cifras suban entre un litro y litro y medio más, no dejan de ser mínimas.

Comportamiento: sano y fácil de conducir.- Al volante, frente a unos mandos bien agrupados y al alcance de la mano, el coche demuestra un leve toque deportivo que se nota y aprecia en la mayor firmeza de conducción, tanto por el tacto de la dirección como por la suspensión, acrecentado por unos desarrollos finales del cambio un poquito más cortos.

El resultado es un coche divertido y fácil de conducir, con buena amortiguación, ágil y ligero en curva pero con suficiente aplomo en autopista y terreno llano, con un tacto final de coche mayor (acentuado por su silencio y calidad de rodaje) y en los apoyos fuertes no hay flaneo ni sensación de imprecisión. A cambio sobre mal piso puede resultar un poco seco de reacciones (el perfil 45 resulta un poco escaso sobre neumáticos de sólo 205 de ancho para llanta de 17”).

A ello hay que añadir una dirección rápida y precisa y un cambio de 6 marchas también rápido y preciso, con el único reproche de un muy corto recorrido de embrague y desembrague al pedal (lo que tampoco viene mal en conducción deportiva. Por último los frenos, con discos delanteros ventilados y macizos traseros, son potentes y progresivos, fáciles de dosificar y con una alta resistencia al calentamiento.

Buena relación precio/equipamiento.- Si pensamos en todo lo que trae este i20 Coupé 1.4 CRDi Style por los 19.000 euros de su precio (con promoción de lanzamiento incluida), la verdad es que se trata de una opción más que interesante. De serie viene con ABS+EBD+BAS, ESP+VSM, 6 airbags (delanteros, laterales y de cabeza), alarma por cambio involuntario de carril, anclajes Isofix (y Top Tether), asistente de arranque en cuesta, cinturones de seguridad delanteros con pretensores y regulables en altura, faros antiniebla con luz direccional de giro, indicador de conducción eficiente, testigo de presión de neumáticos, servodirección de asistencia variable…

Y no sólo en materia de seguridad, sino también de confort: porque también viene de serie con retrovisor interior fotosensible, volante multifunción en piel ajustable en altura y profundidad, pantalla multifunción (aunque de solo 5 pulgadas y sin uso táctil), ordenador de a bordo, control de crucero, acceso y arranque sin llaves (por botón), alarma antirrobo, ajuste de altura en asiento del conductor, apoyacabezas activos, retrovisores exteriores eléctricos y calefactables, sensores de aparcamiento (delanteros y traseros), llantas de aleación (17”), rueda de repuesto (de emergencia), climatizador de aire acondicionado (con guantera refrigerada), portagafas, posavasos, red de maletero, radio CD con lector MP3, tomas USB y auxiliar, 6 altavoces, Bluetooth (con reconocimiento de voz)… Hasta detalles como el techo panorámico practicable y el navegador GPS son de serie en este nivel Style. Sólo nos queda la pintura metalizada como extra (350 €).