La policía municipal madrileña se ha propuesto multar también a los ciclistas que superen las tasas legales máximas de alcohol, lo mismo que a los automovilistas.
La medida se ha decidido tras el aumento de la circulación de estos vehículos por las calles de la capital de España, tanto en lo que se refiere a conductores propietarios como a los que utilizan las bicis eléctricas de alquiler del servicio BiciMAD (que gozan de una subvención municipal de 390.000 euros al trimestre), cada vez más popular (a fines de septiembre había ya registrados más de 60.000 usuarios, con una media de más de 12.400 trayectos diarios).
Ante el aumento de ciclistas urbanos, la policía municipal ha incrementado exponencialmente los controles de alcoholemia sobre ellos (372 en los 9 primeros meses de 2015, por 68 en todo 2014), con un total de 99 positivos (por 13 en 2014). Los controles se intensifican (como a los automovilistas) en los fines de semana, con multas de 500 a 1.000 euros según el grado de superación del límite legal, pero que no implican pérdida de puntos del carnet de conducir (si el usuario lo tiene, ya que no es obligatorio para ciclistas al no ser vehículos de motor). Eso sí, si el usuario da un positivo alto, se le inmoviliza la bicicleta.