La marca del león tiene ya muy avanzada la definición del que será su próximo Peugeot 3008, que será oficialmente presentado en el Salón de Ginebra de 2016. Esta segunda generación 3008 se presenta como más SUV que “crossover”, o sea más lejos de la hibridación entre monovolumen y todo camino, próxima al estilo apuntado en el “concept” Quartz  mostrado en el Salón de París del año pasado.

Tomará la plataforma del Peugeot 308 SW (2,73 m de batalla) y seguirá siendo un estricto 5 plazas (las 7 se quedan para el 6008, previsto para 2018), mientras que en el apartado motriz, contará con motores de 4 y 3 cilindros en gasolina (y 4 en diesel), incluido el 3 cilindros turbo Pure Tech de 130 CV, con cambio de 6 marchas manual o automático. La novedad es que de momento sólo será 4×2, con tracción delantera, al eliminarse la oferta del Hybrid4 (cara de fabricar y de minoritaria demanda), y resultar muy satisfactoria en uso “off road” la opción del “grip control”.

Esto no significa que Peugeot renuncie a ofrecer un 3008 híbrido con tracción total, pero el próximo 3008 Hybrid4 lo será (no antes de 2017) a partir de una motorización mixta de 3 cilindros en gasolina, con tracción auxiliar eléctrica por baterías recargables en marcha y en parado desde una toma doméstica (un híbrido “plug in”, o sea enchufable). Lo dicho sirve también para su primo el Citroën C4 Aircross, cuya segunda generación no estará lista hasta 2017 y el híbrido enchufable, para 2018.