Los chinos quieren salones más “decentes”
El régimen político chino será autoritario y dictatorial , pero gusta de guardar las formas en cuanto afecta a decencia pública. Y el ambiente un tanto descocado de las presentaciones de coches en los salones del automóvil y la profusión en los mismos de modelos ligeras de ropa, casa mal con esa pretensión. Por eso, el último salón de Shanghái que acaba de cerrar sus puertas, ha sido uno de los más púdicos de su reciente historia, lejos de los excesos “de mal gusto” según las autoridades chinas, registrados en otras ocasiones. La verdad es que puestos a romper tabúes, los chinos se pasaron un poco en el anterior Salón de 2014, hasta el punto de escandalizar al alcalde de Shanghái y a algunas autoridades del PC chino. De ahí que entre los estatutos del certamen para este año se hayan introducido recomendaciones como las de que “los expositores deberán promover sus productos de manera sana y elegante. Toda acción de mal gusto o que atente contra la moral queda terminantemente prohibida”.