Nacido en 2005, el Bugatti Veyron comienza ya ser todo un veterano, aunque siga siendo el coche más rápido del mundo. Pero con una producción de por sí muy limitada, las pequeñas variaciones de su venta afectan mucho a su rentabilidad, y lo cierto es que pese a las “leyendas” y demás versiones realizadas, de las 450 unidades producidas desde su lanzamiento, aun quedan 45 por vender, razón de más para que en Bugatti vayan pensando en sustituirlo. Y si el “concept” Galibier no será nunca comercializado, sí hay margen para una evolución del Veyron más tecnológica que potente, ya que el patrón de Bugatti, Wolfgang Schreiber, no quiere entrar en más carreras de potencia (¡estamos en los 1.200 CV!). Se sabe que hay algún Bugatti Veyron rodando por el Sur de Europa con las “tripas” de su sucesor, pero nada se ha filtrado de su motor, muy posiblemente híbrido, bajo la pauta marcada por LaFerrari…