El coupé de 5 puertas más deportivo
La oferta de modelos deportivos y dinámicos hace tiempo que abandonó el exclusivo terreno de las carrocerías coupé y cabriolet. Audi fue pionera en este despliegue a través de sus A5 y A7, en especial en sus versiones S. Pero esta vez da un paso más y se atreve a convertir en 5 puertas su deportivo compacto más emblemático, el TT.
Mostrado en París a título de “concept”, el TT Sportback es más un estudio de posible versión futura de 5 puertas para su bonito deportivo TT que anticipo de un modelo concreto, que de llegar quizá lo haría directamente en versión potenciada S. Su carrocería está basada en la plataforma modular transversal de Audi, con piso de acero hidroconformado endurecido en molde que permite un reducido espesor de chapa con la máxima rigidez. La estructura del habitáculo, paneles exteriores así como puertas, portón del maletero y capó son de aluminio, realizados como nodos de fundición, perfiles extrusionados y paneles. La suspensión es también conocida; un eje delantero tipo pseudo MacPherson con tirantes de aluminio para aligerar las masas no suspendidas, y un trasero multibrazo con dos brazos transversales y dos longitudinales. Monta llantas de 21” (formato “concept”) con neumáticos de 235/30 y grandes discos de freno (18”) de tipo “wave” para reducir peso. Pero lo más novedoso es su control dinámico de estabilidad (ESC), con una función auxiliar para apoyos límite en curva, que dirige el par a las ruedas situadas al exterior de la curva mediante mínimos toques de freno a las ruedas del interior, lo que supone otro plus añadido en estabilidad y tracción.
El hermano mayor.- En cuanto a medidas, este TT Sportback “concept” mide 4,47 m de largo por 1,89 m de ancho y 1,38 de alto, sobre una plataforma de 2,63 m de batalla. O sea, es 29 cm más largo que el actual TT (4,18 m) y tiene 12 cm más de batalla que éste (2,65 frente a 2,51 m), superándole 6 cm en anchura mientras que es 3 cm más bajo. Mostrado en un llamativo color rojo Marte, repite en general la bonita línea del TT con su arqueado techo y una caída final del mismo más prolongada, con una línea de cintura muy marcada y más aún los pasos de rueda.
En el frontal destaca un diseño muy horizontal que potencia la impresión de anchura. La parrilla “singleframe” luce la inscripción “quattro” en su borde inferior, con un diseño más ancho y plano que en el TT coupé de dos puertas, con la rejilla en diseño de panal en aluminio oscuro y los perfiles laterales prolongados en forma de acanaladuras hasta el capó del motor. Las grandes y pronunciadas tomas de aire frontales conforman otro elemento característico de este TT Sportback. Enmarcadas por sus bordes, surgen como tres bocas independientes; llevan también rejillas en forma de panal, con la tercera entrada de aire plana situada debajo de la parrilla como elemento de unión. Los faros son también originales en este TT Sportback, con franjas de separación para la luz diurna de cruce (por diodos, claro). Las lámparas normales utilizan cuatro diodos láser por cada grupo, iluminando en luz larga varios cientos de metros por delante. El haz de luz láser se activa a partir de los 60 km/h, complementando a la luz de carretera de diodos, y se desconecta cuando una cámara identifica a los demás conductores y desconecta la luz de carretera, quedándose sólo en cruce. Los intermitentes tanto delanteros como traseros son también de diodos independientes y se iluminan desde el interior hacia el exterior de forma secuencial, indicando así la dirección que va a tomar el conductor.
En los laterales, salta a la vista la estrecha relación de este prototipo con el Audi TT de serie. Los semicírculos de los pasos de rueda parecen superpuestos, sobresaliendo 3 cm hacia afuera y con el delantero trazando una línea secante con la cintura, que discurre por encima de las puertas hacia la zaga en una línea en forma de tornado. Y también crea una sensación de anchura y deportividad la talonera lateral que une los pasos de rueda. Los retrovisores exteriores, con sus carcasas angulares, van sobre las puertas y en el lateral derecho se halla la tapa del depósito redonda, otro detalle clásico del TT. La zaga mantiene el estilo Sportback, con las esquinas inferiores de la luneta trasera curvadas, como en el primer Audi TT, con un pequeño deflector integrado en el portón que subraya su anchura. Los grupos ópticos traseros (de una pieza) llevan también barras separadoras verticales (inspiradas en el Audi R8), y el borde del asidero del maletero, una moldura de marcado perfil actúa como nexo de unión entre los grupos ópticos. Y bajo el área del borde de ruptura aerodinámica va el hueco de la matrícula, con los dos grandes tubos de escape elípticos integrados en el difusor formando una unidad. Un diseño con mucha fuerza y personalidad.
Funcionalidad y deportividad interior.- Al interior de este TT Sportback se accede a través de 4 puertas sin marco, en el mejor estilo coupé. Dentro, la deportividad se une a la funcionalidad de una berlina 5 puertas, puesta de manifiesto en las aplicaciones en puertas y cuadro de instrumentación así como en su alargada consola central, que se extiende por todo el interior, provista de costuras realizadas a mano que se prolongan desde la parte delantera al maletero. El techo va forrado y enmarcado por un contorno que realza la longitud del interior. Los asientos llevan los reposacabezas integrados tanto delante como detrás y ofrecen múltiples posibilidades de ajuste.
Las dos plazas traseras montan asientos individuales con un hueco portaobjetos y reposabrazos entre ambos, y los respaldos se pueden abatir, permitiendo ampliar así el espacio del maletero. Toda la configuración interior responde fielmente a la del Audi TT de serie. El cuadro de instrumentos recuerda, visto desde arriba, a las alas de un avión, mientras que las 5 salidas de aire redondas recuerdan a las turbinas de los motores de reacción, llevando en sus ejes los reguladores para la calefacción de asientos, recirculación, temperatura y distribución del flujo de aire.
El “Audi virtual cockpit”, el espectacular cuadro digital de Audi, sustituye a los indicadores analógicos y al monitor MMI central. El conductor puede elegir entre diferentes niveles en la pantalla de 12,3”, controlada desde el volante o el terminal MMI. El panel táctil con pulsador giratorio permite introducir caracteres y procesa los gestos realizados con los dedos (por ejemplo, el conductor puede utilizar el “zoom” en el mapa, tal y como lo haría en su Smartphone). El cuadro de instrumentos y la zona superior de los paneles de puertas son de color gris granito, pero en los reposabrazos de puertas, consola central y asientos se utiliza un nuevo tipo de piel suave al tacto en color beige pergamino. Los espejos internos van forrados en Alcántara beige y los asientos lucen un acolchado en rombos, con las bandas laterales en cuero gris oscuro cosidas con hilo rojo. Además, el cuadro y los paneles de puertas llevan bandas decorativas en aluminio oscuro, como los flancos de los asientos y los aros de los aireadores. El conjunto se remata con las alfombrillas negras de caucho, que también recubren el piso del maletero.
Un motor acorde.- Audi recurre de nuevo a su motor talismán, el 2.0 TFSI turbocomprimido con inyección directa de gasolina que aquí rompe todos sus límites, hasta dar 400 CV a 6.400 rpm (nada menos que 200 CV al litro), una potencia típica de una versión RS, con casi 46 mkg de par máximo constante entre 2.400 y 6.000 rpm (y más de 30,6 disponibles ya a 1.900 rpm). Y pese a ello, este motor cañón se conforma con 7 lts/100 km de consumo oficial combinado y 162 grs/km de CO2.
Con el turbo soplando hasta 1,8 bares, admisión variable a la admisión y el escape mediante el calado variable de los árboles de levas y la alzada variable de las válvulas (“Valvelift system”) a dos niveles, esta versión extrema del 4 cilindros 2.0 TFSI cuenta con doble inyección, la directa FSI más otra complementaria indirecta en el colector de admisión, y lleva el colector de escape integrado en la culata, con su refrigeración a cargo de circuitos variables gestionados por distribuidores giratorios. Los pistones son de aluminio y el cigüeñal de acero forjado.
El resultado plasmado en sus prestaciones es espectacular: este TT Sportback “concept” acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos, con el límite máximo de giro a 7.200 rpm. Sus 400 CV se transmiten a sus 4 ruedas a través de un cambio S tronic de 7 velocidades, construido bajo el principio de tres árboles, que ejecuta los cambios de marcha en centésimas de segundo. El conductor puede dejar que el cambio de doble embrague trabaje según dos programas automáticos, o encargarse él mismo de cambiar mediante las levas del volante. La tracción integral “quattro” se encarga de llevar la fuerza a las ruedas, con el embrague multidisco de accionamiento hidráulico y regulación electrónica alojado en el eje trasero para mejor reparto del peso.
Desojando la margarita.- Falta por saber si este TT Sportback se mantendrá como “concept” o se transformará en una versión más que culmine la oferta más deportiva en 5 puertas de la marca de los 4 aros. También existe la posibilidad de lanzar un TT “off road”, o sea una especie de SUV ligero deportivo como el que expresó otro “concept” de Audi, el del Audi TT Offroad, de similar potencia (con el mismo motor, pero sólo potenciado hasta los 292 CV, más otros dos eléctricos con los que lograba un total de 408 CV).
Este TT Offroad se presentó como posible SUV híbrido deportivo realizado sobre la misma plataforma y batalla de este TT Sportback, lo que permite deducir que en Audi se plantean las dos posibilidades, si bien este TT Sportback renuncia (al menos por ahora) a una mecánica híbrida. En resumida cuentas, que uno de ellos dos verá la luz y sin que tengamos que esperar mucho tiempo…