El Evoque en grande

Presentado como “concept” pero prácticamente ya en su configuración definitiva, Land Rover prepara la próxima generación Discovery (2015) bajo la misma pauta de diseño del Evoque, con capacidad para hasta 7 plazas y con las últimas ayudas a la conducción puestas a punto por la marca.

La nueva generación del Discovery, que llegará al mercado en 2015 como una familia con varias versiones de carrocería (como el Range Rover) y será prácticamente idéntica a nivel estético que el Evoque, aporta unas espectaculares ayudas a la conducción, muy típicas de un “concept” y que de llevarse a la serie harían de este prototipo uno de los todo terreno 4×4 más avanzados del mundo.
Con el apelativo de Vision para señalar que aún es un “concept” (como hace Mercedes), Land Rover (propiedad de la india Tata) recurre en este Discovery a un diseño muy vanguardista, del tipo del Evoque, aunque más pesado y macizo, con un parachoques de grandes dimensiones con protecciones por abajo, y parecidos faros. Se ha procurado un mínimo voladizo frontal para penalizar lo menos posible al ángulo de ataque, lo que no se ha hecho detrás, con un voladizo bastante mayor que, si no se sube la altura del coche dificultará su uso “off-road”.
Toda la pesadez que suscita su estampa de cintura para abajo se aligera de cintura para arriba con unas ventanillas de dinámico diseño hacia adelante y un techo con un suave escalón justo encima de los pilares C y unas ventanillas traseras en “L”, con las de custodia empalmando con la luneta del portón. A cambio de los robustos pilares C al techo no hay pilares B centrales, lo que unido a la apertura contrapuesta de puertas deja un acceso central al coche totalmente diáfano. Estas puertas enfrentadas carecen de manillas (apertura inteligente) aunque en el marco superior se aprecian unos cortes donde bien podrían ir las del coche de serie.
El habitáculo conforma un espacio muy cúbico, capaz para 5, 6 ó 7 plazas (y hasta sólo 4 en plan limusina), con un acceso fácil a la tercera fila gracias a su disposición de puertas. El portón (que acoge en el exterior la placa de matrícula descentrada) es de apertura vertical, con una bandeja inferior proyectable para bultos largos (o para servir de asientos).

Como buen “concept” la mayor parte de los accionamientos funcionales son eléctricos, caso de los asientos (incluso con 7) que se pueden plegar y deslizar hacia delante y atrás desde la pantalla táctil de la consola central, con la que se puede controlar prácticamente todo con los dedos, transformando sin esfuerzo una configuración interior de 4 a 7 plazas y viceversa. Como “gadget” de “concept” y aprovechando su tremenda anchura (dos metros con los espejos plegados, por casi 5 de largo), en los paneles de las puertas lleva unos grandes apoyacodos que en realidad son maletas individuales desmontables para que cada pasajero (en caso de ser 4) lleven consigo sus pertenencias. En el fondo es una forma de ampliar el espacio útil de equipaje con 7 plazas, que como en todas estas configuraciones de máxima habitabilidad, se consigue a base de sacrificar el maletero. Cada asiento incorpora (al no haber pilar central en la carrocería) el anclaje del cinturón de seguridad en la parte alta del respaldo, y llevan los altavoces del equipo de audio en los apoyacabezas, junto a unas pantallas que permiten mantener videoconferencias a los pasajeros de la segunda fila.

El accionamiento eléctrico automático del portón trasero puede llegar a la serie, lo mismo que el escalón retráctil de acceso a la tercera fila o el plegado eléctrico (totalmente oculto en el piso) de los asientos traseros. Y lo mismo podemos decir de los faros por láser, que también llegarán al modelo de calle, aunque sea en opción. Aunque no sabemos si contarán con función de seguimiento inteligente de objetos (presente en este “concept”) y la de sortear espacios estrechos mediante el uso del marcador láser que utiliza los rayos para proyectar marcas, símbolos e imágenes sobre el terreno que transitamos.
Este Laser Terrain Scanning podría desarrollarse como opción, y sería de gran utilidad en terreno abrupto, al utilizar los rayos láser infrarrojos emitidos desde los antiniebla delanteros para explorar continuamente el terreno que se recorre, al tiempo que genera un mapa tridimensional en la pantalla HD del salpicadero. Esta función se puede combinar con el sistema de guía All-Terrain Coach para señalar un itinerario que indique al conductor el camino más rápido y sencillo. Y las aplicaciones láser no terminan ahí: el Wade Aid se encarga de medir la profundidad del agua en una zona inundada antes de entrar en ella, para saber si se puede vadear sin riesgo, etc…

También es todo un escaparate de ayudas tecnológicas: porque hay más, como las lunas inteligentes con el accionamiento por control gestual de puertas, intermitentes, faros, pantallas de los respaldos, etc. Y también el “Remote Control Drive” que permite al conductor maniobrar desde fuera su vehículo a baja velocidad. Esta función tiene muchas aplicaciones (por ejemplo, para enganchar un remolque de forma segura o para salvar una zona off-road extrema que exija una inspección visual externa).
Otra solución, aunque más experimental es la “Transparent Bonnet” que permite ver el suelo proyectado por encima del capó motor a través de unas cámaras situadas bajo de la parrilla que trabajan de forma conjunta con el Head-Up Display, de forma que permite proyectar en el parabrisas una imagen de lo que hay debajo del frontal del vehículo dando la sensación de que el capó es transparente.
Aunque en todo caso falta por ver cuántas de estas futuristas soluciones acabarán llegando al modelo de calle, al menos, tras su presentación -en donde no se habló para nada de motorizaciones- sabemos ya hacia dónde apunta la conducción todo terreno del futuro.