Fabricado en Rumania (Pitesti), como el Logan, el Sandero aprovecha la misma plataforma (B90) de su hermano con sus mismas suspensiones. Mide 4,02 m de largo por 1,75 m de ancho, con una altura de1,53, y con una batalla de 2,59 m. Con el Sandero, Dacia busca ofrecer la misma habitabilidad del Logan en el formato compacto, por lo que sigue siendo un buen 5 plazas (la anchura del asiento posterior es de 1,42 m a la altura de los codos), con suficiente altura al techo y espacio para piernas.
Donde más pierde respecto al Logan es en el maletero, pero con 320 litros tampoco va mal, disponiendo además de la banqueta posterior plegable por mitades asimétricas, con lo que su capacidad con sólo 2 plazas supera los 1.200 litros. Con los mismos frenos del Logan (y su ABS Bosch 8.1), trae 4 airbags de serie (delanteros y laterales), una estructura muy reforzada, junto con absorbedores de energía en puertas y fijaciones Isofix traseras para sillas de niño.

Su aspecto es bastante más moderno y actual que el del Logan, con una parrilla de barras horizontales curvas y faros elipsoidales, presentando un aire más juvenil. En cuanto a motores, traerá los mismos del Logan, o sea los 1.4 y 1.6 gasolina (75, 90 y 105 CV) y el 1.5 dCi turbodiesel, tanto en la versión básica de 70 CV como en la de 85 CV, mucho más interesante (y que también está ya disponible en el Logan), logrando en ambas mantenerse por debajo de los 120 gr/km de emisiones de CO2, lo que significa que en nuestro país no pagará impuesto de matriculación.
Por ahora sólo se comercializan los motores 1.4 y 1.6 de gasolina y 8 válvulas (75 y 90 CV cada uno), con los que el Sandero anuncia una velocidad punta de 161 y 174 km/h respectivamente, con un consumo combinado de 5,4 lts/100 km para el 1.4 y 5,6 para el 1.6. Con cambio manual de 5 relaciones, ambos dan la potencia máxima a 5.500 rpm.

Con las suspensiones ya conocidas en el Logan (eje delantero Mac Pherson y posterior torsional en H, con barras estabilizadoras) y una altura al suelo considerable (15,5 cm), sigue ofreciendo un buen compromiso para circular por malas carreteras, pero ahora desde una óptica menos «tercermundista » que la del Logan, con un equipamiento más refinado (reglaje vertical de volante en el nivel más equipado, con asiento del conductor con reglaje de altura y lumbar, volante multifunción, aire acondicionado y calefacción de gran rapidez y eficacia, etc…).
Disponible en los tres niveles habituales (básico, Ambiance y Lauréate) su vocación menos «rústica» se nota también en las posibilidades de acabado (tres combinaciones interiores de tapizado y tono de salpicadero, nuevo diseño de paneles de puerta, y la posibilidad de un «kit SUV» (con «look todo camino», rejillas protectoras en los antiniebla, largueros laterales, deflectores…). Todo en pro de una imagen más seductora y de mayor calidad percibida, como denota su garantía ampliada a 3 años ó 100.000 km.

El notable bajo precio de entrada en la versión de acceso se explica también por un nivel de equipamiento mínimo; así el Sandero Base no trae por ejemplo servodirección, con un aumento de la desmultiplicación de ésta respecto a la del Clio, y un nuevo reglaje de caídas y ángulo del portamanguetas para que el esfuerzo al volante sea aceptable. A cambio, los Lauréate llevan reglaje de volante en altura, servodirección, fijaciones Isofix, 4 airbags, etc.
Ya a la venta en Europa (tras haber sido comercializado en Suramérica) donde el Logan ha tenido más éxito que en España (sólo 7.500 unidades en 2007, el 0,5% del mercado), habrá que esperar a ver si el Sandero rompe el maleficio. En 2009, se venderá también en la Europa del Este. Para entonces ya habrá versiones diesel 1.5 dCi y seguramente la 1.6 16V para quienes busquen más prestaciones a bajo precio. Porque el Sandero es un modelo ambicioso.

En definitiva, un modelo «low cost» muy indicado para tiempos de crisis, ya a la venta en España desde 7.500 euros (Sandero 1.4 base), subiendo a 8.300 (Ambiance) y 8.900 (Lauréate), con el motor 1.4 de 75 CV. Con el 1.6 de 90 CV hay dos opciones; en nivel Ambiance (9.100 euros) y en el máximo Lauréate (9.700), éste con un equipamiento más que digno (tapicería más lujosa Pliss, alarma de puertas abiertas, molduras pintadas, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, ordenador de bordo con 6 funciones, guantera con luz, retrovisores exteriores eléctricos…). Aunque como corresponde a un coche «low cost», detalles como el aire acondicionado, las llantas de aleación o el radio CD (con lector MP3) hay que pagarlos aparte. Pero incluso con todo ello la factura final en extras no llega a los 1.500 euros.