Pepe Valenciano
Otra vez a vueltas con los neumáticos. Primero fue Red Bull quien se quejó abiertamente a Pirelli y a Bernie Ecclestone (esto último en una reunión del dueño del equipo austriaco, absolutamente impropia y que dista del juego limpio); después en Pirelli anunciaron unos cambios mínimos en las gomas duras para la carrera de España, y que tan buen resultado le dio a Fernando Alonso y Ferrari, y tan malo a Red Bull y Mercedes. Más tarde, Pirelli anunció de forma oficial por boca de su responsable, Paul Hembery, que se cambiarían todos los compuestos a partir del Gran Premio de Canadá “con el fin de que las paradas en boxes no superaran las dos o tres paradas”. Se pretendía conseguir la composición de las gomas de 2012 con la efectividad de 2013. Vamos, un encaje de bolillos. En Red Bull y Mercedes se frotaban las manos. En honor a la marca alemana hay que decir que no se han pronunciado de la forma tan altisonante como lo han hecho en Red Bull, incapaces este año de fabricar un coche adaptado a las configuraciones de los neumáticos que ya conocían desde el año pasado. Y en la acera contraria, los grandes perjudicados, Lotus y Ferrari aguardaban expectantes la realidad del comunicado de Pirelli. Bueno, Lotus no, porque ya se manifestaron días atrás oponiéndose frontalmente en declaraciones hechas por su jefe de filas, Eric Boullier, quien llegó a decir que «Sólo algunos equipos celebran las modificaciones ya que pueden ayudar a su rendimiento, nosotros estamos decepcionados por este cambio». En Ferrari, la callada por respuesta, quizá porque conocen mejor que nadie a la FIA y el Reglamento. Aunque veladamente ya han mostrado su rechazo.
Así las cosas, ahora es la FIA quien ha entrado directamente en el asunto para poner un poco de orden y cordura y dejar a cada uno en su sitio. Según recoge la Web de “Autosport”, en la FIA han contactado con Pirelli haciéndoles saber que en modo alguno se pueden cambiar los compuestos de manera que afecten al rendimiento y paradas de pit-stop. Sólo van a admitir cambios dirigidos a solventar los problemas de seguridad que se han visto en las últimas carreras con el laminado de la cubierta del neumático. La fuente anónima de la propia FIA citada por “Autosport” dice que “Tenemos reuniones en marcha con Pirelli a propósito de los fallos en los neumáticos y para intentar que no se vuelvan a repetir. Pero estas conversaciones no incluyen aspectos com la degradación o el número de pit stops”. A mayor abundamiento, la FIA ha recordado al fabricante y suministrador en exclusiva, Pirelli, lo que dice el artículo 12.3.3 del Reglamento Técnico de la Fórmula Uno: “Las especificaciones de los neumáticos serán determinados por la FIA no más tarde del 1 de septiembre del año anterior. Una vez definidos, no se podrán modificar durante la temporada sin el acuerdo previo entre todos los equipos que compitan”. Esto significa que de ninguna manera ni Ferrari ni Lotus, por ejemplo, como tampoco Force India (gran afectado también si el cambio tiene lugar), van a aprobar este cambio. Y dado que el Reglamento exige unanimidad, bien haría Pirelli en salir a la palestra y dejar claro los cambios que pretende, que sólo se podrán hacer para aumentar y reforzar la seguridad del compuesto. Ya se habla de que el cambio afectaría a la carcasa, que ahora es de acero pero que se cambiaría por la anterior de Kevlar, posible causa de la degradación extrema de algunos neumáticos dando lugar al efecto de laminación que hemos visto en algunos monoplazas. Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado… por el momento.
(FOTOS: Pepe Valenciano)