Los más de 4,90 m de longitud del A6 han permitido a este A4 aumentar notablemente sus dimensiones sin pisar el mercado de su hermano mayor. Además, sus proporciones exteriores resultan muy equilibradas, gracias al voladizo delantero muy recortado, mientras que el capó motor ha aumentado y la batalla se ha incrementado notablemente (2,81 m), gracias a que en la transmisión, el diferencial ha intercambiado su posición con el embrague, con lo que el eje delantero ha podido desplazarse hacía adelante, solución que ya demostró su eficacia en el Audi A8.
Ahora no hay dudas.— Con estas modificaciones, el A4 aumenta sus dimensiones: 4,70 m de longitud frente a 4,58 m del modelo anterior, 1,83 de anchura en vez de 1,77 y 1,43 m de altura.

Gracias a las mejoras realizadas en el túnel del viento ha logrado un coeficiente aerodinámico de sólo 0,27. Y pese a sus mayores dimensiones, la carrocería es extremadamente ligera, reduciendo el peso alrededor de un 10%, gracias al uso intensivo de aceros de alta resistencia, capaces de aunar una extrema rigidez con un bajo peso.
El habitáculo, de diseño elegante y buena calidad de acabados, ofrece la sensación de espacio de clase superior, mejorando notablemente la habitabilidad de las plazas traseras, el punto flaco del anterior A4, y ofreciendo un mayor confort. Con su larga batalla de 2,81 m (16 cm más que su predecesor), supera con creces a sus principales rivales de otras marcas premium.
La excelente aerodinámica del coche no influye negativamente en el puesto de conducción, donde el conductor puede ajustar el volante 60 mm en profundidad y 50 mm en altura. Los asientos delanteros son confortables y tienen una buena sujeción lateral con todo tipo de reglajes, mientras que en las plazas traseras caben un poco justos tres pasajeros, y dos con gran confort, excepto por el mayor ruido que se percibe, en relación a los delanteros.
El maletero tiene ya una capacidad aceptable de 480 litros (20 más que su predecesor) y con los asientos traseros abatidos aumenta hasta 962 litros (242 más), lástima que lleve rueda de repuesto de emergencia, cuando cabe una normal, con una ligera pérdida de capacidad.
Por su parte, el puesto de conducción está claramente orientado hacia el conductor. La consola central se inclina 8º hacia la izquierda y configura una sola unidad óptica con la superficie de los instrumentos. El volante de cuero de cuatro radios multifunción permite manejar el equipo de sonido, teléfono y sistema de diálogo por voz. Y en el diseño del salpicadero de impecable terminación, se han adoptado numerosos detalles del A8, estando entre el velocímetro y el cuentarrevoluciones el sistema de información FIS. En la parte superior de la consola hay una pantalla monocromática de 6,5 pulgadas, también orientada hacia el conductor, donde se muestra toda la información relativa al equipo de sonido y al climatizador.

A resaltar también el freno de estacionamiento electromecánico que se activa con una tecla en el túnel central, lástima que para desengancharse necesita accionarse manualmente; la nueva llave de contacto con control remoto no lleva paletón, para arrancar basta introducirla en la ranura correspondiente y el climatizador automático, totalmente nuevo, tiene una capacidad de refrigeración un 10% superior, reduciendo el consumo un 20%, y ofrece tres niveles de temperatura diferenciados Lo principal.— El actualizado motor diesel 2.0 TDI, abandona el sistema de alimentación inyector/ bomba por el más refinado common-rail con inyectores piezoeléctricos de 8 orificios que trabajan a una presión de 1.800 bares, con turbocompresor de geometría variable e intercooler.
Desarrolla 143 CV, con un par máximo de 32,7 mkg entre 1.750 y 2.500 rpm, con un valor de par en regímenes intermedios superior al motor anterior, lo que le da una gran brillantez de respuesta. En nuestro coche esta mecánica va asociada a un cambio manual de 6 marchas.
Los trenes de rodaje de esta última generación del A4 son de nuevo desarrollo y las suspensiones disponen de estructuras multibrazo, tanto delante como detrás, lo que garantiza una impecable gestión de la geometría, además muchos componentes son de aluminio y han conseguido reducir el peso de las masas no suspendidas.
De serie dispone de llantas de aleación de 7,5×16 pulgadas con neumáticos 225/55 R 16, aunque en nuestro caso montaba las opcionales de 8×17 con neumáticos 245/45 R 17, tras las que se ocultan unos grandes y eficaces frenos de disco, los delanteros ventilados de 314 mm de diámetro y los traseros macizos de 300 mm, asistidos por un ABS con secado automático de los discos de freno, distribución electrónica de la fuerza de frenado (EBV), asistente de frenada (SAFE), control electrónico de tracción (ASR+EDS) y programa electrónico de estabilización (ESP).
Pese a no disponer de la opción de la suspensión deportiva, se ha mostrado ágil, preciso y sorprendentemente fácil de conducir gracias a su contenido peso que reduce las inercias. La estabilidad tanto en trazados rápidos como en curvas enlazadas, así como la segura y relajada conducción en línea recta ha mejorado mucho respecto al modelo anterior, con el aumento de la batalla y de las vías, ofreciendo además un buen aplomo.

Mucho confort.— Las suspensiones estándar, con muelles y amortiguadores de mayor recorrido, hacen de la conducción un verdadero placer; no sólo filtran perfectamente las irregularidades del firme, sino que procuran un comportamiento de primer nivel con un gran confort de marcha, transmitiendo mucha confianza al conductor. Además, las llantas opcionales de 17 pulgadas y neumáticos 245/45 R 17 (en lugar de las de serie de 16 y neumáticos 225/55 R 16) han anulado prácticamente el acusado subviraje en curvas y aceleración del anterior A4. Ahora éste entra en las curvas con mayor rapidez y en pleno apoyo aún puede cerrar más la trayectoria, pero si le exigimos mucho más vuelve aparecer una leve tendencia al subvirage. La reacción de la suspensión trasera es la de más precisión, no poniendo al conductor en apuros.
La dirección, pese a no disponer de asistencia dinámica activa (opcional), se ha mostrado muy eficaz con su asistencia hidráulica, precisa y de tacto agradable, es relativamente rápida con sus 2,8 vueltas de volante entre topes( 11,4 m de diámetro de giro).
Otro aspecto a valorar, es la excelente frenada con sus generosos 4 discos, que por potencia, facilidad de dosificación y resistencia hacen que el coche se detenga en un corto espacio, gracias a las ayudas del ABS, la distribución electrónica de la fuerza de frenado EBV y el asistente de frenada SAFE.
El motor deseado.— También el A4 ha dado un gran paso frente a sus rivales de la misma categoría con la nueva mecánica diesel 2.0TDI «common rail», en la que se aprecia la gran mejora respecto al anterior sistema inyector/bomba, al desaparecer buena parte del hosco ruido, las sensibles vibraciones y la brutalidad en la respuesta, para ofrecer un funcionamiento mucho más refinado. Y para comprobar la evolución entre las dos generaciones de los motores 2.0 TDI hay que dejar constancia que, el nuevo dispone de un par motor superior entre 1.500 y 2.800 rpm, para llegar a equiparase con el anterior a partir de las 3.000 rpm. La gama de utilización del régimen se ha incrementado desde 1.500 a 4.700 rpm, que es cuando deja de empujar.
Este motor va asociado a un cambio manual de 6 marchas de serie, con unos desarrollos muy ajustados para poder exprimir todo su potencial. Tanto se puede circular de un modo deportivo, utilizando las 3 primeras marchas a regímenes elevados, siendo preferible en 4ª y 5ª cambiar a una relación superior cuando se llega a las 4.000 rpm, para luego insertar la 6ª, como también andar tranquilamente en 6ª a sólo 1.500 rpm (76,7 km/h) sin tirones para después incrementar progresivamente la velocidad sin necesidad de reducir de marcha, lo que demuestra la excelente elasticidad del motor.

No obstante, en prestaciones puras puede que el Audi A4 2.0 TDI decepcione un poco, especialmente en aceleración (la teórica velocidad máxima se consigue al régimen de potencia máxima en 6ª, 215 km/h a 4.200 rpm). Las aceleraciones son normales; el 0 a 100 km/h se consigue en 10 segundos, los 400 m se sitúan en 17,4 segundos y los 1.000 m salida parada en 31,6 segundos.
Pero en recuperaciones hay que reconocer que son excelentes, con los 400 m en 17,3 segundos desde 50 km/h en 5ª. Por último en los consumos se aprecia el notable avance conseguido por este motor, con un consumo muy bajo, especialmente en carretera y autopista, donde se pueden llegar a 1.200 km sin necesidad de repostar, con un depósito de 65 litros (5,41 litros cada 100 km). Circulando entre 90 y 100 km/h gasta 5,3 litros cada 100 km, pero en la ciudad se incrementa hasta 8,9 l.
Gracias al nuevo impuesto de matriculación a consecuencia del CO2, este Audi A4 ha recortado su precio hasta los 31.220 euros. Ahora bien su equipamiento de serie resulta escaso a la hora de valorar como usuario un automóvil tan logrado como éste y echar de menos los faros bixenon direccionales, la suspensión deportiva, la dirección de asistencia dinámica activa, el control de crucero adaptativo, etc, que se ofrecen como opción, lo que hace que si queremos disfrutar de ellos tengamos que rascarnos ampliamente el bolsillo. Es la estrategia de marketing de las marcas «premium».