Peugeot 308: de la tempestad a la calma

30 marzo, 2013
GONZALO NAVARRO

No hubo llamadas últimas a revisión en 2012 para un modelo que ha tenido bastantes desde su lanzamiento en 2007, aunque justo es decir que todas antes del último “restyling” de 2011. El peor año fue 2009, cuando en primavera (abril y mayo) de aquel año surgieron las primeras, relativas a fallos de funcionamiento de diversos equipos eléctricos (alumbrado, limpiaparabrisas, etc) lo que impuso la reprogramación de la centralita electrónica de servicios (BSI), a lo que se añadió un aviso sobre determinadas series para verificar la columna de la dirección (por riesgo de fisuras en algunas). Luego, en junio del mismo año hubo otra llamada por fallos de estanqueidad en la base del parabrisas (ángulo inferior derecho) resuelto mediante la aplicación de aislantes, y finalmente en diciembre de 2009 se produjeron las llamadas más serias: aviso a todas las unidades producidas entre marzo y abril de 2009 para reemplazar el cilindro maestro del circuito de frenos (no conforme a las exigencias del constructor), y de nuevo reprogramación de la centralita BSI para solucionar las disfunciones en el alumbrados (faros que se apagan de improviso o que se niegan a apagarse una vez encendidos). En 2010 sólo hubo una llamada, para los 308 fabricados de septiembre a noviembre de 2007 (problemas en el cierre del capó motor) y en 2011 dos, una en enero sobre las unidades con motor 2.0 HDI (producidas hasta marzo de 2009) por funcionamiento errático del servofreno al fallar a veces la válvula de vacío, y otra en abril igualmente sobre los 308 2.0 HDI por riesgo de fugas en el conducto de retorno del gasóleo en el vano motor.