Cambio de cara
Tras 5 años de vida en Norteamérica y casi un año y medio en nuestro país, el SUV de Subaru, Tribeca, recibe modificaciones generalizadas que afectan a su imagen exterior, el motor que sube a 258 CV, y las suspensiones.
SUBARU ha decidido actualizar su todo camino de representación Tribeca, realizando una profunda remodelación en su exterior, donde el frontal adopta ahora una imagen más conservadora, acorde con el nuevo aire de familia de la marca. Los faros, parrilla, capó y paragolpes son de nuevo diseño, abandonando las formas curvas de los faros y la parrilla dividida, en favor de una línea más rectangular y clásica.
La zaga a su vez presenta nuevos pilotos y paragolpes, además de una 3ª luna de custodia lateral más grande que suaviza la línea y permite a los ocupantes de la tercera fila mayor luminosidad y confort, quitando la sensación de claustrofobia. Por último se añaden raíles en el techo (en acabado Limited), las llantas de 18 pulgadas cambian su diseño por otro de 5 radios dobles, y los retrovisores exteriores son más grandes, mientras que en el interior se ha mejorado el acceso a las plazas de la 3ª fila por medio de un nuevo mecanismo de un solo movimiento en los asientos de la 2ª fila.

Este nuevo Tribeca abandona la denominación B9 y recibe un nuevo motor 3.6 litros, basado en el anterior 3 litros de 245 CV al que se le ha aumentado la carrera para alcanzar 3.630 cc, con la consiguiente subida de la potencia máxima a 258 CV a 6.000 rpm (13 CV más a 600 rpm menos), con un incremento significativo del par máximo a 35,7 mkg a 4.000 rpm (antes 30,3 a 4.200 rpm). Estas cifras se traducen en un mayor agrado en la conducción, con una respuesta del motor más briosa desde 2.500 rpm, resultando igual de suave que el anterior. A pesar del incremento en cilindrada y potencia, el consumo mixto se ha reducido en casi un litro, fijándose en 11,6 litros cada 100 km. El cambio automático de 5 velocidades ha sido también revisado, ahora tiene mayor rapidez al mando secuencial en modo manual, sin embargo sigue resultando algo largo de desarrollos, lo que obliga a reducir una o dos marchas para efectuar adelantamientos con margen suficiente de seguridad.