La cuarta generación del Renault Clio no sólo crece en tamaño, también ofrece una estética radicalmente nueva, deseable y atractiva, sin olvidar el confort de conducción. Ofrece motores de bajos consumos y costes de mantenimiento y cuenta en opción con muchas posibilidades de personalización, dentro de sus tres acabados.
Fruto del lápiz de Laurens Van Den Acker, el nuevo Clio de 5 puertas tiene un estilo de diseño muy personal, más masculino y agresivo que la generación saliente, desprendiendo energía por sus cuatro costados. Mide 4,06 m de largo (+3,5 cm) por 1,73 de ancho (+2,4 cm), bajando mucho su altura hasta 1,45 m (4,5 cm menos que el actual) y ganando en anchura de vías (3,5 cm más), lo que junto al ensanchamiento de aletas aumenta la sensación musculosa y deportiva de su imagen.

El aspecto de coupé (por eso no habrá versión 3 puertas, aunque sí Grand Tour de tipo familiar el próximo año) se ha reforzado con unas puertas traseras sin manillas visibles (ocultas en el ángulo superior del pico de las ventanillas) y con la carrocería más perfilada, con ruedas más grandes (15” y 16”) y desplazadas hacia fuera (1,5 cm más hacia el exterior) pero sin desbordar los pasos de rueda. La cintura es alta pero sin exagerar, y el parabrisas va más tendido y avanzado, acentuando su impresión de dinamismo. Y la plataforma es la ya conocida de Renault para sus modelos del segmento B, aunque retocada para aumentar ligeramente su batalla (2,59 m, 1,5 cm más), y optimizada para reducir su peso, como la carrocería, lo que se ha conseguido en una media de 100 kg nada menos.
Las suspensiones repiten el esquema ya conocido de la actual generación del Clio, con un eje delantero de tipo pseudo MacPherson con triángulos auxiliares inferiores con fijación desacoplada de dos puntos, que neutraliza los efectos en la suspensión de los esfuerzos longitudinales y transversales, en pro del máximo confort sin perder ni un ápice de estabilidad. La cuna auxiliar rígida garantiza un mejor guiado del tren delantero y mejora la precisión de la dirección. Detrás, el tren posterior monta un eje torsional flexible de diseño programado, con muelles helicoidales y barra estabilizadora. La eficacia de la amortiguación se mejora con unos topes de recorrido en poliuretano, más progresivos, que mejoran el confort del nuevo Clio.

La dirección mantiene la asistencia eléctrica conocida, mejorando su tacto con una gestión más elaborada, y reduciendo su desmultiplicación lo que le permite ser algo más directa (2,7 vueltas de volante entre topes) y al tiempo conseguir un diámetro de giro entre aceras de 10,6 m. Sin embargo, a pesar de las mejoras respecto a la no muy precisa de la generación anterior, peca de filtrar demasiado el contacto de las ruedas con el asfalto, aunque tiene ahora un tacto más natural.
El cambio manual de 5 velocidades (no hay ninguno de 6 todavía) tiene largos recorridos de palanca pero es bastante preciso, con anillos de sincronización de carbono para mejorar la suavidad de manejo, mientras que los frenos repiten el clásico esquema de discos ventilados delanteros de 258 mm de diámetro y tambores traseros de 220 mm.
La reducción de consumos ha llevado también a disminuir la capacidad del depósito de combustible (de 55 a 45 litros), sin que ello afecte a su autonomía, pero tampoco la mejora, lo que no hubiera estado nada mal. Sí se ha aprovechado a fondo el ligero aumento de medidas, con mayor espacio longitudinal trasero y también en anchura, aunque no en altura.
El maletero anuncia 300 litros de volumen oficial útil (con kit antipinchazos), un leve aumento (12 litros más) sobre el del modelo actual (y 1.146 litros con los asientos traseros plegados y cargando hasta el techo) y en los asientos delanteros se han aumentado todos los reglajes, disponiendo ahora de nada menos que 7 cm en el de altura del conductor, que además cuenta con volante regulable en altura y profundidad.
Se mantienen los niveles de acabado conocidos (Authentique, Expression y Dynamique), pero se añaden tres niveles de personalización con decoraciones y “stripings” específicos externos, tres ambientes interiores a juego, llantas de color, etc.
Y en el equipamiento técnico y de confort, además del ESC (ESP) de serie, Renault añade una conectividad muy ampliada (Bluetooth en la radio desde el nivel básico, tomas USB y auxiliares, navegador Media Nav o R-Link, esta última con conexión a Internet (desde el próximo febrero), que incluirá el equipo hi-fi de Arkamys y la cámara de visión trasera.

En la oferta motriz se parte del nuevo motor 0.9 de tres cilindros turboalimentado, el TCe 90 que junto al 1.2 16V de 75 CV constituirá la oferta básica en gasolina (más adelante ya llegarán otras, incluido el prometedor 1.2 TCe de 120 CV ya de inyección directa y doble distribución variable). Este TCe 90 cubica 898 cc y da 90 CV a 5.250 rpm, con un par máximo de 13,7 mkg a 2.500 rpm, situándose en realidad por encima del 1.2 16V de 1.149 cc y 75 CV a 5.500 rpm, pero con menos par (10,9 mkg) y a más vueltas (4.250 rpm). Pero aquí la marca ha dejado las cosas a medias, al menos de momento, ofreciendo en ambos una inyección electrónica convencional indirecta, lo mismo que con el cambio, de 5 velocidades para todos, incluidos los 1.5 dCi. Aún así los consumos con el sistema stop-start de serie son interesantes: 4,5 lts/100 km (107 grs/km de CO2) en el TCe 90, y uno más (5,5) con 127 grs/km de CO2 en el 1.2 16V, con unas prestaciones bastante notables en el TCe 90 (182 km/h de velocidad punta y 12,2 segundos en el 0-100 km/h) y simplemente honestas en el 1.2 16V (167 km/h de punta y 15,4 segundos en el 0-100 km/h). El motor TCe de 120 CV se reserva para el próximo año.
En diésel, la oferta se centra por ahora en el experimentado 1.5 dCi de 1.461 cc, declinado en dos variantes, la básica de 75 CV y la media de 90 CV, ambas a 4.000 rpm y con el mismo par (20,4 mkg a 1.750 rpm). Los 1.5 dCi anuncian un consumo oficial combinado de sólo 3,6 lts/100 km (95 y 93 grs/km de CO2) tanto para el 75 CV como para el 90 CV, con unas prestaciones muy correctas en ambos (168 y 178 km/h de velocidad punta, y 14,3 y 11,7 segundos en 0-100 km/h, respectivamente). Todos los motores se benefician de la distribución por cadena, lo que redunda en un menor coste de mantenimiento.
La versiones que tuvimos la ocasión de conducir fueron las más potentes de 90 CV tanto gasolina como diésel, muy silenciosas pero que a partir de 130 km/h descubrían el ruido aerodinámico de los espejos retrovisores. Muy ágiles, las suspensiones ofrecen un excelente compromiso confort-estabilidad, aunque con movimientos de carrocería incluidos en los apoyos más fuertes. En gasolina el voluntarioso motor de tres cilindros es algo perezoso al arrancar, si bien mantiene un empuje constante más que aceptable entre 2.500 y 5.300 rpm, cayendo entonces estrepitosamente hasta el corte de inyección. El diésel nos gustó más, sobre todo por su elasticidad desde 1.200 rpm hasta 4.500 rpm, con un empuje notable e ideal para el peso del modelo. Ambos contaban con el dispositivo Stop & Start y la función de ahorro de combustible Ecomode (opcional en nivel Expression y no disponible en el 1.2 16V), que modifica a la baja el par motor a través del acelerador, desconecta el compresor del aire acondicionado cuando no es necesario y anticipa las indicaciones de cambio de velocidad, para reducir los consumos un 10%.

Con unos precios que se escalonan entre los 11.950 euros (Authentique 1.2 16V 75 CV) y los 16.750 (Dynamique dCi 90 CV), el nuevo Clio llega a nuestro mercado desde el 15 de octubre, mediante una oferta inicial simplificada a 8 versiones y 6 packs de personalización, que se irá ampliando más adelante. La nueva gama Clio no tiene ningún descuento de lanzamiento debido a un ajuste extremo en el precio final y en un equipamiento especialmente configurado para nuestro país.
El nivel de acceso Authentique cuenta de serie con ESP, airbags frontales y laterales, reposacabezas anti-latigazo cervical, el sistema de ayuda al frenado de emergencia (SAFE), kit antipinchazos, anclajes Isofix, retrovisores eléctricos, elevalunas eléctricos y cierre centralizado, tarjeta de apertura y arranque, disponiendo de aire acondicionado con sensor de calidad de aire opcional en el paquete Basic, que incluye además la radio con pantalla integrada, Bluetooth, audiostreaming y toma USB y jack.
El nivel Expression añade este paquete Basic de serie más la tapicería Medal negro-gris, la radio con pantalla táctil de 7” con el sistema multimedia MediaNav con la cartografía estándar y los tiradores de las puertas y los retrovisores en el color de la carrocería. Por último el acabado Dynamique incluye faros delanteros antiniebla, tarjeta manos libres de apertura y arranque, tapicería Mikado negro-gris, volante de cuero, botón Ecomode y llantas de aleación de 16”.
Como sucediera anteriormente, la tercera generación del Clio seguirá su comercialización bajo denominación Collection en 75 CV tanto diesel como gasolina.