BOSCH trabaja en un nuevo sensor de radar de medio alcance (MRR) ya muy próximo a su producción en serie. Funciona como el sensor de largo alcance LRR3 a 77 Ghz de frecuencia, y registra con gran exactitud distancias y posición de obstáculos, con la ventaja de su menor coste. Integrado en el frontal del vehículo, tiene un alcance de 160 m con un haz de ángulo de 45º, sirviendo perfectamente como sensor para el ACC hasta velocidades de 150 km/h y para el sistema predictivo de frenada de emergencia.
También puede montarse tras los parachoques, protegido e invisible, detectando tanto los vehículos que circulan por delante como los que se incorporan al carril. Regula la distancia entre el vehículo precedente entre 0 y 150 km/h, y actúa avisando en caso de acercamiento crítico con una frenada parcial automática, que llega a ser total por debajo de 30 km/h. La variante de montaje posterior de este sensor MRR tiene menor alcance (100 m) pero mayor ángulo (150º), y montados en las esquinas sirven para la función del asistente de aviso de cambio de carril. Este sensor sustituirá con ventaja al LRR3 en aplicaciones ordinarias, relegándole para otras más rápidas en modelos de gama alta.
Frente a las variantes actuales a 24 Ghz, el MRR a 77 Ghz tiene más capacidad de detección, triplica la distancia entre objetos frente a sensores convencionales y mide velocidades y distancias en 3 y 5 veces mayores. Además, es más pequeño y usa la banda de frecuencia más común en aplicaciones de automoción en todo el mundo, bajo la tecnología de conductores de silicio y germanio usada en circuitos integrados de alta frecuencia, de mínimo volumen y sin elementos móviles. Su uso se complementa con el de sensores de video para obtener imágenes precisas de la situación ante el vehículo.