Desde el 18 de abril, Ducati es una más de las empresas del grupo Volkswagen. Adquirida por Audi AG, forma ya parte de las “joyas” de su corona industrial, como Lamborghini o Italdesign. La compra no por esperada ha sido menos curiosa: en 2005 el grupo VAG ya quiso comprarla a través de Audi a Texas Pacific, su entonces accionista mayoritario, quien se decantó por el grupo italiano Investindustrial (Carlo Bonomi). Ahora éste la vuelve a vender a su anterior pretendiente tras haberla reflotado, en una operación de 860 millones de euros que supone cerca del triple de lo que invirtió en ella. Audi pasa a controlar el 65% de Ducati S.p.A. mientras que los Bonomi mantienen el 20% (siempre a través de Investindustrial) y queda un 15% entre otros inversores (incluidos fondos de pensiones). Audi necesita mantener la actual gestión (carece de experiencia motociclística reciente, sólo la de las extintas NSU y DKW, marcas que podría recuperar para el mercado germano de la mano de Ducati, creada en 1926) y presentar cara a BMW también en dos ruedas.