Este futuro Toledo (ya en configuración casi definitiva), en realidad no tiene personalidad propia, ya que será un modelo que deriva de otro de Skoda y además, tampoco se fabricará en España sino en la república checa (lo mismo que sucede con el Seat Mii). De esta forma la marca española se sube al carro de la checa aprovechando el desarrollo que ésta tenía previsto de un coche medio para finales de este año (el Rapid) entre el Fabia y el Octavia. Por eso para Seat no va a suponer una oferta entre el León y el Exeo como podría pensarse, sino más bien entre el Ibiza y el León (contando ya con la próxima generación de este último), lo que por tamaño resulta un tanto raro, ya que aunque el próximo León crezca, no pasará de los 4,48 m de largo de este futuro Toledo IV, que precisamente por esta razón se queda pobre en motorizaciones (de momento sólo hay previstas dos, y ninguna TDI ó TSI de alto rendimiento, sino un modesto 1.6 gasolina de 105 CV y un 1.4 TDI tricilíndrico de la misma potencia, a todas luces escasos para un coche de este porte).
Tampoco se habla de cambios DSG o siquiera manuales de 6 marchas (por ahora sólo de 5). Es de esperar que para cuando salga al mercado dentro de un año disponga de motorizaciones algo más dignas, que incluyan al menos los 1.4 TSI y 1.6 TDI. Así pues, el futuro Toledo es una berlina clásica, desarrollada sobre la plataforma ampliada del actual Ibiza (hasta llegar a una batalla de 2,60 m), bajo un aspecto de “dos volúmenes y medio” (de nuevo como el primer Toledo), y como éste con un gran maletero (517 litros, que llega hasta 1.200 con los asientos posteriores plegados). La amplitud interior es muy notable (1,42 m en la banqueta trasera) y casi 97 cm de altura libre al techo, aunque falta por ver si el espacio para las piernas de las plazas traseras estará al mismo nivel (al fin y al cabo 2,60 m de batalla tampoco es tanto en este segmento). El portón baja bastante en su tapa final, que se queda a sólo 70 cm del suelo para facilitar la carga y descarga. La suspensión delantera será una clásica Mac Pherson, pero el eje trasero lo toma del Golf, con lo que pasa a ser multibrazo y no semitorsional (al menos eso que gana).
Sencillo, amplio y clásico, este futuro Toledo aspira a rescatar una clientela que Seat nunca debió abandonar hace ya casi una década, y que ahora no le será tan fácil de recuperar. Con todo, y aprovechando los bajos costes industriales checos y las sinergias con Skoda, Seat procurará que su precio ayude en el proceso (se habla de un precio de menos de 15.000 euros para las versiones de acceso). Pero eso, así como los niveles de acabado y motorizaciones definitivas no lo sabremos hasta 2013… o finales de año.
