BMW iX3 (Primera prueba)

14 mayo, 2021
GERARDO ROMERO-REQUEJO M.
Cambiando de actitud

Con el iX3, BMW lanza en uno de sus modelos más populares en todo el mundo su tecnología eléctrica de quinta generación, donde sin alterar su ADN deportivo combinado con un alto confort de marcha, muestra abiertamente su compromiso medioambiental de reducción máxima de CO2.

El «poder de elección» (Power of Choice) que nos ofrece BMW en el X3, donde también se dan cita propulsores gasolina, diésel e híbrido enchufable, nos lleva ahora a poder optar por una versión totalmente eléctrica, el iX3. No es el primer eléctrico puro de la marca bávara, representado con discreto éxito por el conceptualmente revolucionario i3 de 2013, sin embargo el BMW iX3 representa la opción lógica para los que quieren significarse en este proceso de inicio de metamorfosis automovilística en la que nos encontramos y que pretende no solo un uso estrictamente ciudadano, sino también aventurarse a la carretera.

A primera vista parece otro X3 más, pero si nos fijamos en algunos detalles sutiles veremos que los clásicos riñones de la parrilla (ahora cerrada por aerodinámica) tienen un perfil azulado, al igual que los faros, las taloneras y el difusor trasero del paragolpes, con dos molduras de color que indican que no hay escapes. Solo el nombre del modelo en el portón del maletero y los “Air Breathe” de las aletas delanteras marcados con la letra “i” delatan a que estamos ante una versión eléctrica pura. Con todo, el coeficiente aerodinámico Cx es de 0,29, ayudado por unas llantas de aleación de 20” diseñadas para ofrecer una menor resistencia al aire (5%) que se traducen en unos 10 km más de autonomía.

Con la batería ubicada bajo el suelo (rebaja el centro de gravedad 7,4 cm), el interior y su habitabilidad es prácticamente igual al resto de sus hermanos, incluyendo ese mismo azul perfilado empleado en el exterior en el escudo del volante, el botón de arranque y la decoración de la palanca selectora de marcha, y añadiendo un embellecedor metálico con el nombre del modelo en la consola central. Dispone de instrumentación digital flanqueada por el monitor del sistema de infoentretenimiento, que se gestiona mediante comandos de voz, mando iDrive, comandos de gestos o táctiles.

Esta versión eléctrica sigue estando homologada con 5 plazas y una capacidad de maletero de 510 litros (y hasta 1.560 abatiendo los respaldos traseros), perdiendo solo 40 litros frente a sus hermanos térmicos, aunque tiene 60 litros más que la híbrida enchufable. Mide lo mismo que el resto de la gama X3, es decir, 4,73 m de largo, 1,89 m de ancho y 1,67 m de alto, a partir de una distancia entre ejes de 2,86 m.

Potente, pero eficiente

Su poderoso motor eléctrico de 210 kW de potencia y 400 Nm de par máximo se emplaza sobre el eje trasero, y está alimentado por una batería de iones de litio con 80 kWh de capacidad (74 kWh netos) que aporta 523 kg de peso al conjunto. La potencia puede parecer elevada, pero el sobrepeso de esta versión eléctrica con 2.185 kg en vacío así lo requiere, y eso que se prescinde del eje cardan de transmisión. Con una densidad energética superior al 20%, el conjunto eléctrico es capaz de homologar un consumo mínimo (WLTP) de entre 18,5-19,5 kWh que le permite tener una autonomía, en la mejor de las condiciones, de hasta 460 km si solo lo usamos en la ciudad y unos 320 km de media.

La buena noticia es que el iX3 admite cargas de hasta 150 kW de potencia, lo que implica que en lo que tardamos en tomarnos un café (10 minutos), podremos recorrer otros 100 km hasta casa, y cargando el 80% de la capacidad en 34 minutos. En carga normal (corriente alterna) admite hasta 7,4 kW y llega a 11 kW en carga trifásica, con la que podremos cargar completamente en un “wallbox” (16A/230V) en 7,5 horas. Con este sistema de carga rápida, la marca pone a disposición de sus clientes la red de estaciones de carga rápida IONITY a 0,79 €/kWh y tarifa reducida a 0,34 €/kWh para clientes BMW el primer año.

Eléctrico, pero también deportivo

Si exteriormente apenas algunos detalles en acabado azul claro advierten de que el modelo emplea una tecnología libre de emisiones locales, la conducción de este modelo eléctrico de propulsión trasera conserva todo el carácter deportivo de la marca, con el clásico reparto de peso equilibrado al 50% en cada eje. Y es que tenemos 286 CV de potencia eléctrica acompañados de la banda sonora IconicSounds Electric (opcional) compuesta por el oscarizado Hans Zimmer, conectada al arrancar y en modo Sport, modula la intensidad del especial sonido creado, aumentando al pisar el acelerador o disminuyendo al decelerar. Con tal repertorio de caballos, podremos alcanzar 100 km/h saliendo desde parado en solo 6,8 segundos, pudiendo alcanzar una velocidad punta autolimitada de 180 km/h.

Para garantizar el placer de la conducción, BMW también ha optado por instalar de serie la suspensión adaptativa (hay disponible otra adaptativa M más deportiva en opción), que combina sus configuraciones con los modos de conducción Sport, Comfort y Eco Pro. La suspensión limita el balanceo de la carrocería y la dirección es muy agradable en modo Sport, sin embargo en los otros modos de conducción se suaviza demasiado, transmitiendo poco lo que pasa en las ruedas. Estas últimas, con la variante de 21”, transmiten algo de sequedad en mal firme o al atravesar zonas bacheadas.

Conducción eficiente con un pedal

Sin embargo, esta versión está pensada para obtener una alta eficiencia en el empleo de su energía. Para ello la palanca selectora del cambio automático de una sola marcha tiene la clásica posición D que lleva aparejada, desde que arrancamos, la utilísima regeneración adaptativa (desconectable) y 3 ajustes de intensidad de retención a través de las levas (con función de avance por inercia). Con ella el sistema modula la aceleración y la retención en función de lo que va detectando el radar en todo momento (y también la navegación), ya sea una curva, una rotonda o un obstáculo, llegando incluso casi a detener el vehículo en un semáforo en rojo, con lo que no despilfarraremos electricidad y encima la recuperaremos.

Además, se incluye la posición B de conducción “one-pedal feeling”, con el que obtenemos una mayor fuerza de frenado del motor y por tanto de recuperación de la energía, no teniendo que pisar apenas el pedal del freno ya que la retención es elevada, haciendo muy útil su empleo en ciudad. Si practicamos una conducción tranquila podremos hasta ver crecer la autonomía, acercándose mucho a la autonomía máxima homologada.

Fabricado en China, el nuevo BMW iX3 ya está a la venta en los acabados Inspiring (72.300 euros) e Impressive (77.650 euros), contando ambos con el cargador Wallbox de regalo como promoción de lanzamiento.

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