Un rival para el Cayenne
El Maserati Kubang, el nuevo vehículo de Maserati en el segmento de los SUV deportivos grandes de lujo, debería haber dejado de ser un “concept” hace al menos 3 años, pero le pilló justo la crisis y además la compleja digestión de la americana Chrysler/Jeep por su constructora matriz, Fiat Auto, lo que obligó a tomarse las cosas con más calma.
Mostrando sorpresivamente en el último salón de Fráncfort siempre como “concept”, todo indica que estamos ya ante el modelo de calle definitivo, en un momento en que contar con él en el segmento de los SUV deportivos de lujo supondría una evolución natural para Maserati en cuanto a la ampliación de su gama de productos y el refuerzo de su presencia en el sector de los deportivos de lujo.
Como quiera que el que más ha explotado este marchamo de SUV “racing” ha sido el Porsche Cayenne, es éste el modelo que la marca del tridente toma como referencia a la hora de calcular las posibilidades comerciales de un coche que, como el Cayenne, se beneficiaría de la experiencia 4×4 de otra marca del grupo (en un caso Audi/VW, en el otro Jeep) pero con un “caché” superior y la exclusividad de pertenecer a una marca especialista deportiva con la tradición e historia de Maserati.
Para la marca italiana, los actuales SUV de lujo del segmento alto del mercado no parecen ofrecer la estimulante conducción placentera ni la atmósfera de lujo que se supone reúnen los vehículos deportivos de alta gama y de lujo de hoy en día. Y esto es precisamente lo que Maserati se ha propuesto hacer con el Kubang, aunque falta por ver que lo consiga porque competencia no es precisamente lo que falta en ese exclusivo segmento, dominado de lejos por las marcas alemanas (Porsche Cayenney BMW X6), con la menor presencia de los nipones (Lexus RX e Infiniti FX).
De ahí que Maserati reclame para sí un carácter precursor para esa futura gama, que según ella será revolucionario en cuanto a que creará un nuevo segmento, pero permanecerá fiel a la integridad del ADN de Maserati.
Un ADN ya bastante cruzado con Ferrari, y que hasta el momento el modelo que mejor lo ha encarnado es sin duda su sedan deportivo Quattroporte, precursor de la actual oleada de “coupés de 4 puertas”. Pero lo cierto es que sí cabe la posibilidad de un SUV deportivo de lujo “a la italiana” porque de momento no hay ninguno, aunque si se lo siguen tomando con tanta calma, Lamborghini bien podría adelantárseles, no en vano tienen detrás a Audi y a Porsche… Desde luego, la ocasión no admite ya muchos más retrasos, porque ya han pasado muchos años desde el primer Kubang “concept” de Detroit en 2003, y porque ahora precisamente que Jeep parece entrar en un nuevo ciclo más tranquilo, es el momento de aprovechar las sinergias del especialista norteamericano en 4×4 dentro del grupo Fiat Auto, y qué mejor inicio que hacerlo a través de una marca tan exclusiva como la del tridente, para seguir luego un escalón más abajo con el futuro SUV de Alfa Romeo. Al fin y al cabo, la plataforma 4×4 ya la tienen, la del nuevo Grand Cherokee, lo que les facilita mucho la puesta a punto industrial del coche.
Lo que no quita para que la esencia y todos los componentes principales del SUV deportivo de lujo de Maserati provengan sin lugar a dudas de Maserati. El estilo de diseño, el motor, las suspensiones, los frenos, la maniobrabilidad y las prestaciones serán 100% Maserati, dando continuidad a los valores fundamentales de la marca como la deportividad, el estilo, la elegancia, el lujo, las prestaciones y la artesanía. Y porque de lo contrario, el Kubang se vería como un fruto híbrido ítaloamericano, algo que Fiat se ha atrevido por necesidad a hacer con las últimas realizaciones de Lancia derivadas de modelos Chrysler, pero que no debe hacer con Maserati si pretende preservar el carácter exclusivo y elitista de la marca del tridente.
Al menos en su diseño externo ese carácter parece que ha sido preservado, con un frontal dominado por la típica parrilla de la marca a gran tamaño, con un estilo distintivo propio creado en el Maserati Style Center por su director, Lorenzo Ramaciotti, que hace inmediatamente reconocible al Kubang como un auténtico Maserati.
Y lo mismo puede decirse de la nueva generación de motores de alta tecnología que lo equiparán, diseñada en Módena por Paolo Martinelli – Jefe del Departamento Maserati Powertrain que cuenta con una experiencia de casi 30 años en Ferrari, donde también trabajó como responsable de motores de la escudería de Fórmula Uno – y que se fabricarán en Maranello por Ferrari. Se sabe que uno de ellos aprovechará el actual bloque V8 4.7 y aunque se ignoran las potenciaciones, se da por sentado que alguna habrá que llegue o supere los 500 CV, para estar al mismo o superior nivel de los Porsche Cayenne Turbo más potentes. La transmisión automática AT de 8 velocidades, bajo configuraciones específicas para el Kubang así como las suspensiones, los frenos y la dirección serán desarrolladas por el departamento de desarrollo de producto de Maserati en Módena.
En definitiva, el Kubang llegará al mercado la próxima primavera, para no interferir con el programa de lanzamientos de Alfa Romeo (cuyo futuro SUV compacto llegará en la primavera de 2013) dispuesto a completar la selecta oferta de la marca basada en dos premisas clave: deportividad y lujo. Hasta hoy, Maserati ha fabricado berlinas, coupés y descapotables de 2 ó 4 plazas, con nombres legendarios tan acreditados como los de Quattroporte, GranTurismo y GranCabrio, y, antes de ellos, Ghibli, Mistral, Bora o Indy. Pero los tiempos cambian, y hoy la deportividad y el lujo ya no tienen una única definición: también pueden tomar la forma de un SUV deportivo de lujo muy dinámico y de muy altas prestaciones. Ese debe ser el papel que el Kubang debe representar como el representante italiano de tan restringido segmento.