Duramente cuestionado en Francia los últimos meses por su labor al frente de Renault, donde tras el fiasco del supuesto espionaje del coche eléctrico y los no muy buenos resultados del grupo a nivel nacional francés, su imagen y su relación con las autoridades sufrió un serio deterioro, Carlos Ghosn afirma ahora ante sus directivos que “el verdadero patrón soy yo”, tras habérsele acusado de estar más pendiente de Nissan que de Renault. El directivo franco-brasileño-libanés ha replanteado la estructura directiva del grupo galo, supervisando directamente la gestión de riesgos y la de auditorías de calidad, así como la nueva dirección de protección del patrimonio empresarial (antigua división de seguridad, desacreditada tras el escándalo del falso espionaje). También desea dirigir directamente la estrategia del desarrollo de los Renault de gama alta, y para ello ha apoyado personalmente la campaña “Renault Quality Made”, lanzada en el pasado verano como apoyo del símbolo de la calidad Renault. Esta campaña (basada en la difusión del logo con una placa rectangular con la citada leyenda inglesa) ha sido desplegada por dos hombres de su confianza, el director de calidad Jean Pierre Vaillaude y el responsable de planificación publicitaria Antoine de Vignaux.
