Ford Puma: ¿cambio automático o «mild hybrid»?

30 octubre, 2020
J. ROBREDO
El discreto encanto “mild hybrid”

En el Ford Puma 1.0 EcoBoost de 125 CV, la hibridación ligera a 48 voltios MHEV (Mild Hybrid Electric Vehicle) es a nuestro juicio una ventaja superior en este caso a la del cambio automático de 7 relaciones, ya que al margen de su teórica ventaja ecológica, permite una conducción más grata en ciudad y carreteras sinuosas (donde el motor de gasolina suele caer mucho de régimen entre curva y curva, obligando a usar con frecuencia el cambio de marchas).

Esta ayuda eléctrica híbrida incorpora un arrancador/generador BSIG de 11,5 kW (16 CV) que recupera energía en frenadas y la almacena en una batería de 48V de iones de litio, aportando un par extra de hasta 5 mkg que se puede aplicar para reducir el consumo hasta los 5,4 l/100 km (en el 125 CV) y 5,6 l/100 km (en el 155 CV) con unas emisiones respectivas de CO₂ de 124 y 127 g/km, todo según el nuevo ciclo WLTP.

Esta ayuda híbrida no se traduce en un aumento total de potencia (aunque de hecho la hay) sino sobre todo en una disminución del consumo en unos 0,2-0,3 l/100 km. El BSIG va conectado al motor de gasolina mediante una correa y su ayuda consiste, además de en la recuperación de energía al frenar y retener, en apoyar con su par las aceleraciones sin mover el coche por sí solo, para lo que la batería de ion-litio y 48 voltios (refrigerada por aire) se basta perfectamente. Y este apoyo puntual de 16 CV se nota mucho a baja velocidad y en marchas largas, que es cuando los pequeños motores térmicos de 3 cilindros (aunque lleven turbo) más lo necesitan.

Otra ventaja de este sistema MHEV frente al motor de arranque tradicional es que permite que los reiterados arranques del motor de gasolina en las detenciones (por el “stop & start”) sean muy suaves, rápidos y silenciosos, llegando a pasar desapercibidos. Y su pequeña ayuda motriz se nota mucho en la conducción cotidiana, sobre todo en una circulación tranquila, ya que ahorra el uso del cambio y proporciona una mayor elasticidad. De ahí que los 125 CV del 1.0 EcoBoost resulten más que suficiente para la mayoría de los usuarios, puesto que tenemos casi siempre más de 25 mkg reales de par para un coche de tonelada y cuarto de peso, con unos desarrollos no mucho más largos que los del Fiesta (45 km/h x 1.000 rpm en 6ª y poco más de 37 en 5ª).

Además, para ayudar a la reducción de emisiones este Ford Puma micro-híbrido es capaz de apagar el motor para circular “a vela” (por inercia) a menos de 15 km/h gracias al BSIG que arranca el motor cuando en 3 décimas de segundo. También puede desactivar un cilindro a velocidad de crucero si no se necesita toda la fuerza del motor, realizando la conexión y desconexión en apenas una centésima y media de segundo.