Pepe Valenciano
Sólo faltan dos carreras para terminar este tedioso y aburrido Mundial de F1 por el dominio aplastante de Red Bull y el apabullante rodillo aplicado por el reciente bicampeón del Muno y el más joven en lograrlo: Sebastian Vettel. Nada queda, pues, por decidir. Ni tan siquiera el Mundial de constructores que por segunda vez consecutiva ha vuelto a lograr Red Bull. Así las cosas, sólo queda confirmar quién será “el primero de los perdedores”, como diría Ayrton Senna, o sea, el subcampeón del Mundo. El que tiene todas las papeletas para lograrlo es Jenson Button, con Fernando Alonso al acecho. Para Ferrari y el asturiano, lo importante de estas dos carreras que restan (ésta y la próxima de Interlagos-Brasil) es seguir probando algunas piezas para el monoplaza del año que viene, el coche con el que definitivamente Fernando Alonso debe atacar la conquista que se le resiste: la Triple Corona, el tercer título mundial. Para eso fue a Ferrari.
Y es que el año pasado, con todo a favor, llegando líder en la clasificación tras una memorable remontada, ganando cinco carreras y siendo el más constante de todos los pilotos, un garrafal error de estrategia de Ferrrari llevó al traste las posibilidades de Alonso de ganar su tercer título. Ferrari hizo parar en boxes al asturiano dos vueltas después de Webber, para marcarle, quien era segundo en la clasificación. Por raro que parezca, Alonso obedeció y en el muro de Ferrari aparcaron su hasta ese momento acertada decisión de conseguir podio, suficiente para ser campeones. Pero les cegó el miedo y cayeron en la trampa de Red Bull. Al salir Alonso todo fue un drama: Vettel era primero, suficiente si Alonso no hacía podio. El asturiano quedaba atrapado por detrás de Petrov, imposible de adelantar. A pesar de no haber degradación de neumáticos, la configuración del circuito imposibilitó que el Ferrari de Alonso pudiese con la roca rusa, que no estaba dispuesto a dejarle pasar. Sólo si Alonso se hubiese puesto en paralelo el ruso hubiese cedido. Vuelta tras vuelta la desesperación se apoderó de Alonso, y el pánico de Ferrari. Por delante varios pilotos a los que ya no se podría dar caza aunque el ruso hubiese desfallecido a la brutal presión del español. El título fue para Vettel que nunca había comandado la clasificación de pilotos en toda la temporada. Fernando Alonso no hacía podio y perdía su tercer título.
Conociendo el circuito de Yas Marina:
El dinero lo puede todo, y así se demostró cuando los árabes lograron hacer realidad un sueño: un circuito majestuoso, fastuoso, construido en una isla, para llevar a cabo una carrera desde el atardecer hasta el anochecer. Una iluminación gigantesca que da luz desde la salida, hasta el final de carrera, con una puesta en escena espectacular, con la única carrera del campeonato donde se puede ver la puesta de sol mientras se dan vueltas y más vueltas con los monoplazas.
Sin embargo el lujo es una cosa y las carreras otra. Desgraciadamente, la pista construida por Herman Tilke ¿quién si no?, ha dejado mucho que desear. Dos carreras disputadas y dos tostones. EN la primera, con el título ya decidido, fue un paseo para VEttel con Button y Webber de teloneros mayores, o sea, con dominio de Red Bull y Mclaren, lo mismo que en 2010 y que este año. Al siguiente año, el pasado, con el título en juego Vettel repitió triunfo y se hizo con su primer título de campeón mundial cuando nadie apostaba por él. El error de Ferrari y la configuración del circuito donde fue imposible adelantar, hicieron el resto. La impotencia del Ferrari de Alonso detrás del Renault de Petrov fue la prueba palpable de la decepción de esta pista donde lo más importante es la pole, y quien la consigue, gana la carrera de callea . Este año Yas Marina verá su tercera carrera, otra más sin ningún aliciente, con los títulos de piloto y constructor ya decididos. La incógnita está en saber si con el KERS y el DRS (alerón móvil) habrá más espectáculo este año.
Abu Dhabi acoge, por tercera vez, una carrera de Fórmula Uno. Un circuito diseñado –como tantos otros modernos- por Heman Tilke. Con una distancia de 5,554 km es uno de los más largos del mundial y puede presumir de tener la recta más larga de todos los circuitos en los que se corre el Mundial. Sólo la super recta de Corea se le acerca. La recta de Yas Marina mide 1,2 km. Otra de las características que lo hacen único es que la salida del pit-lane, ya sin límite de velocidad, se hace por un estrecho túnel que pasa por debajo del circuito y que atraviesa la pista para salir pasada la primera curva. Un mínimo error y te quedas atravesado, atascado contra sus muros. Por si esto fuera poco, otra característica de la carrera que se corre en el Circuito de Yas Marina es que se empieza de día y se acaba de noche, cuando el sol se pone y cuando el cielo se torna en un azul marino oscuro, casi negro, a la par que salen las estrellas. Un espectáculo único, prodigioso, propiciado por las necesidades de las audiencias televisivas, y logrado gracias a un potente y formidable sistema de iluminación. El pasado año el mundo alucinó con esta carrera.
El circuito toma el nombre de la Isla de Yas, y está en un enclave impresionante de lujo y poder árabe conseguido a fuerza de petrodólares, y a fuerza de ganar tierra al mar. Un sueño faraónico de 160 hectáreas dentro de las 2.550 de la Isla Yas. El sueño de los árabes y de Eclestone de traer aquí una carrera de Fórmula Uno se hizo realidad el año pasado. Abu Dhabi tiene el honor de representar a los 7 Emiratos que componen la Nación de Emiratos Árabes Unidos. Yas Marian es un fastuoso circuito, donde el lujo es el protagonista en cada centímetro de su perímetro. Todo lo que rodea este circuito es espectacular: gradas lujosas para 50.000 almas, hotel de cinco estrellas con 500 habitaciones gran lujo sobre el mismo circuito, puertos deportivos donde la grandeza de los yates compite en una competición imposible de super lujo, y para mayor gloria, este circuito posee el parque de atracciones bajo techo más grande del mundo: el Ferrari World, recientemente inaugurado. Este parque posee la mayor colección de coches y monoplazas fuera de Maranello; dedicado en exclusiva a la marca del Cavallino Rampante abarca casi 80.000 hectáreas; se ha construido la montaña rusa más rápida sobre la faz de la Tierra, donde se alcanzan los 240 km/h y donde uno puede experimentar 4,5 de fuerza G, lo que habitualmente sufren los pilotos en las curvas rápidas como la 8 de Turquía, por poner un ejemplo. Por si esto fuera poco, en el techo del parque se ha dibujado el más grande logotipo Ferrari jamás construido.
Aunque ya no es una novedad, el circuito gira en sentido contrario a las agujas del reloj. La carrera se disputa a 55 vueltas, corriéndose un total de 305 km. Aunque tiene dos grandes rectas, también tiene muchas curvas, un total de 20, de las que 9 son a derechas y 11 a izquierdas.
Con dos carreras disputadas los datos históricos son fáciles: el único ganador aquí es Sebastian Vettel. La vuelta rápida en 2010 fue para Hamilton, con 1:41:274. La mejor pole la tiene Vettel, en 2010, con 1:39:394, y el último podio de 2010 fue para Vettel, Hamilton y Button.
Profundizando un poco más en el circuito de Yas Marina, posee pocas escapatorias, y en su conjunto su trazado tiene una pista algo estrecha. Hay dos puntos clave de adelantamiento, las curvas 8 y 11, con frenadas bruscas tras recorrer sendas rectas en las que el monoplaza se pone al máximo con la actual aerodinámica y limitación de 18.000 vueltas: los 320 km/h. La velocidad media alcanzada el año pasado fue de 195 km/h, lo que habla por sí solo de la rapidez con que se corre, a pesar de las lentas curvas que hay.
El trazado de Yas Marina se adapta muy bien a los actuales Red Bull. El primer sector es muy rápido y exigente, con las curvas enlazadas 2 y 3. El segundo sector se caracteriza por tener dos grandísimas rectas con fuertes frenadas y grandes tracciones. Son los dos puntos de adelantamiento, donde los monoplazas ponen a prueba los frenos al pasar de los 320 km/h a frenada de primera velocidad. En el tercer sector, las protagonistas son las curvas medias de 90 grados. Pero si hay algo que verdaderamente hace distinto a este circuito del resto, además de anochecer según avanza la carrera, es que tiene el pit-lane más difícil y espectacular de todos los circuitos: los monoplazas pasan por un túnel que cruza la pista por debajo antes de incorporarse a pista. Todo un reto para los pilotos. Lo peor, que si hay accidente se bloquea la salida. Este trazado requiere una carga aerodinámica alta, con un desgaste de frenos también alto. El desgaste de neumáticos es medio y el agarre, alto. Se consumen 2,43 kg de combustible por vuelta. Se hacen 44 cambios de marcha por vuelta y se pisa el acelerador al máximo durante el 60% del tiempo por vuelta. El máximo tiempo acelerando es de 13 segundos, recorriéndose 1.773 metros.
Para los pilotos es una gozada, después de venir de India y Corea, el llegar a un circuito donde el hotel está dentro, desde donde se puede observar el paddock desde la piscina.
Yas Marina es un circuito Vettel. Ha ganado las dos carreras disputadas, y en una de ellas se proclamó el campeón del mundo más joven en la historia de la fórmula uno, arrebatádole ese precoz trofeo al ingles Hamilton por escasos cinco meses, dejando el listón en 23 años, 4 meses y 11 días. Hamilton se lo había quitado al español y piloto de ´Ferrari, Fernando Alonso, en 2005 puso el listón quien en24 años, un mes y 27 días. Y este año es propicio para que gane por tercera vez consecutiva. No hay dos sin tres. Además fue pole en 2010 y marcó vuelta rápida en 2009. ¿Hay quien de más en tan poco tiempo?.
Alonso opina esto del circuito: “Yas Marina es un circuito exigente con los pilotos, ya que hay más de veinte curvas en la vuelta y algunas son muy complicadas. Las curvas 11, 12 y 13 son interesantes. Recuerdo que cuando vimos por primera vez el mapa del circuito me recordó a la chicane de la curva diez de Singapur, que es muy difícil. Las curvas 8 y 11 serán zonas de frenada a fondo y no hay duda de que habrá oportunidad”.