PEUGEOT 4007 CITROEN CROSSER

26 abril, 2007

Porque, como ya hemos comentado en otras ocasiones, tanto el Peugeot 4007 como el Citroën Crosser son fruto de una alianza puntual con Mitsubishi y marcan la entrada del grupo PSA en este nicho de mercado que ya no es tan nicho, puesto que supone el 6% del total europeo, o sea casi un millón de unidades anuales. El grupo nipón comparte así su recién nacido Outlander con las dos marcas de PSA, con las mismas suspensiones, bastidor y plataforma y la misma tracción total en los tres, pero los franceses con su propio motor y Mitsubishi con el suyo, aunque para Europa los japoneses han elegido una mecánica turbodiesel del grupo VAG (el 2.0 TDi de 140 CV) que le da aún más emoción al trío… Lo que no quita para que los tres compartan la misma carrocería de 4,64 m de largo y 2,67 m de batalla.

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Pero doctores tiene cada iglesia, y las marcas de PSA ya se han encargado de personalizar al máximo sus modelos para que se distingan perfectamente, incluso si sus medidas coinciden. Así, Peugeot (que lo ha nombrado 4007, su nueva nomenclatura con el doble cero central para indicar que se trata de un vehículo singular dentro de la marca, sin correspondencia con las categorías normales) lo distingue con su frontal «superfelino », de faros rasgados y gran «boca», más agresiva aún con las finas barras verticales cromadas de su parrilla que aseme-jan los dientes de un escualo, rematado el conjunto por el escudo del león en medio del capó. Por su parte, Citroën ha optado por un morro afín al de sus últimos modelos, con la doble barra central paralela que repite en el medio el doble «chevron» símbolo de la marca, unos faros similares y una gran toma de aire apaisada en el paragolpes, con los faros antiniebla por debajo, no tan altos como en el 4007. Diversos cromados (incluidos los soportes de los faros antiniebla o el posterior de la matrícula) contribuyen a diferenciar cada coche, cuyos costados y zaga son iguales.

Observando detenidamente ambos modelos, llama la atención que se haya logrado distinguirlos tanto siendo tan iguales… Del pilar de los parabrisas para atrás, portón incluido, son idénticos, aunque el Crosser cambia la coloración de los grupos ópticos traseros (pero sin variar su forma ni su reparto, a caballo entre aletas y portón).

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La toma de aire del Citroën es esta vez más discreta que la del 4007, aunque igualmente grande, y como en éste, lunas, puertas y costados son comunes, incluida la tercera luna lateral de custodia. Ambos abren el portón en dos mitades, con la parte inferior hacia abajo y la luneta hacia arriba, pudiendo servir la parte inferior como plataforma de prolongación de carga o como banqueta de asientos exteriores a coche aparcado, ya que soporta hasta 200 kg de peso. Y la igualdad llega hasta las medidas: el Crosser anuncia 1,81 m de ancho y 1,71 m de alto (con barras de techo), lo mismo que el Peugeot, y los dos comparten la modularidad de la segunda fila de asientos (desplazable longitudinalmente hasta 8 cm y plegable por mitades asimétricas 60/40.

Hay también otro aspecto interesante de estos dos SUV primos; el de su posibilidad de poder contar con 7 plazas (5+2), mediante dos traseras auxiliares que dejan un suelo de carga totalmente plano una vez plegadas. Ello implica que la rueda de repuesto no se aloja bajo el plano del maletero, sino debajo del propio piso de la plataforma, con acceso exterior. Ello también permite un buen reparto del espacio útil, que facilita lograr un máximo de 1.686 litros (VDA) con la fila central y auxiliar plegadas, bajando a 463 litros con 5 plazas en el 4007 (441 en el caso del Crosser) y subiendo a 510 en ambos con la banqueta central adelantada al máximo. Las suspensiones repiten el mismo esquema en ambos, con ejes independientes por geometría Mac Pherson delante y multibrazo detrás, con barras estabilizadoras (22 y 20 mm delante y detrás respectivamente).

Los frenos, con discos a las 4 ruedas, son ventilados de 294 mm delante con pinzas de doble pistón y macizos de 302 mm detrás, y como detalle esencial, el ESP (desconectable) es equipo de serie en los dos. La única diferencia sensible es que aunque Peugeot también ofrece versiones del 4007 calzadas con llantas de 18 pulgadas de diámetro (con neumáticos de 225/55 R18, que es la monta de serie del Citroën Crosser), el equipo básico de ruedas es de llanta 16 con cubiertas de 215/70 R16, una medida mejor adaptada para un uso «off road».

Como buen producto de PSA, el motor turbodiesel del Peugeot 4007 y del Citroën Crosser es común y derivado del que ya montan los Peugeot 407 y 607 2.2 HDI y los Citroën C5 y C6. Es el bloque de 2.179 cc de desarrollo conjunto con Ford, con culata de 16 válvulas y dos árboles contrarrotantes de equilibrado, de carrera muy larga (85 x 96 mm) con inyección «common rail» de última generación (1.800 bares) y filtro de partículas (FAP), que ahora en vez de estar soplado por dos turbocompresores en paralelo, recurre a uno sólo de geometría variable, y en vez de 173 CV, da 160, con un par máximo de 38,8 mkg a 2.000 rpm.

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Con una caja de cambio manual de 6 velocidades la velocidad máxima se cifra en 200 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h (igual en los dos) en 9,9 segundos, con un consumo combinado de 7,3 litros/ 100 km y una emisión de CO2 de 194 gr/km. Peugeot da más información del 4007, anunciando el km desde parado en 31,8 segundos (17,3 los 400 m). Como nota curiosa, este 2.2 HD viene ya preparado (como todos los Peugeot diesel nuevos) para consumir biodiesel, o sea gasóleo mezclado hasta el 30% con aceite de semillas (diester), tanto en el 4007 como en el Crosser.

La tracción total, de origen Mitsubishi, combina el reparto automático variable (sin reductora) con la posibilidad de tracción sólo delantera o total bajo reparto fijo («lock»), que llega al 50/50 a baja velocidad, aunque lo normal es que llegue vez y media más de par al eje trasero (40/60) para facilitar la motricidad sobre pisos de baja adherencia. Así, en 2WD se puede rodar sobre asfalto en tracción delantera con un consumo bajo, y en 4WD también, ya que el reparto es 85/15 sobre piso seco, que pasa a 75/25 sobre piso deslizante a velocidad estabilizada. Si hay cambios de apoyo o de aceleración el reparto sobre seco puede llegar al 70/30 y sobre piso deslizante (nieve, barro, etc) al 45/55, lo que asegura siempre disponer de la tracción adecuada a las condiciones del suelo.

En definitiva, el Peugeot 4007 (y su primo el Citroën Crosser) cuentan con los argumentos decisivos para triunfar entre los SUV de la nueva ola. Su lanzamiento comercial tendrá lugar este julio.