La superbarqueta de Woking
Tras el McLaren Senna, la firma de Woking lanza el McLaren Elva, un superdeportivo biplaza de calle con la idea de ofrecer un modelo lo más parecido posible a una “barqueta” e inspirada claramente en las míticas McLaren-Elva desarrolladas a mediados de los años 60 por el propio Bruce McLaren.
El McLaren Elva es un deportivo compacto, pequeño y ligero, con la misma motorización del Senna, el V8 4.0 biturbo potenciado hasta los 815 CV, lo que le aleja de todos sus demás rivales “comerciales” para apuntar, en todo caso, a los exclusivos Ferrari Monza SP1 y SP2.
Ni que decir tiene que como modelo especial este Elva forma parte de los «super cars» más exclusivos que la marca británica incluye en los que llama sus “Ultimate series”. Es de suponer que tomará el relevo de los McLaren P1 y Senna, aunque todavía no está claro del todo (sobre todo del último). El nombre de este nuevo modelo viene del carrocero y constructor de chasis británico Elva, que trabajó en los años 60 y 70 del pasado siglo para diferentes marcas (desde Volvo a BMW) y también para McLaren entre el 64 y el 67 (como sus clásicos de calle M1 A y B, y el M1 C), y que finalmente fue absorbido por McLaren, quien posee los derechos de su nombre.
En su recuerdo y en el de las barquetas McLaren Elva de los años 60 (y en especial de las M1 A que montó el propio Bruce McLaren) se ha bautizado Elva a este superdeportivo biplaza, a diferencia de las barquetas M, que eran monoplazas, pero respetando el espartano estilo de aquéllas y hasta la ausencia no ya de capota o ventanillas, sino hasta de parabrisas (aunque podrá pedirse también en opción).
McLaren Elva: burbuja aerodinámica
Sin duda, el diseño del McLaren Elva está dotado de un estilo llamativo y aerodinámico muy singular, dado su curioso frontal con un alambicado diseño pensado para crear una especial corriente de aire que forme un efecto “burbuja” sobre el pequeño habitáculo biplaza y que McLaren ha bautizado como Active Air Management System (AAMS). Para ello hay una toma de aire frontal y una salida dinámica sobre el capó delantero, que junto a un pequeño deflector final desvía el aire por encima de las cabezas de los ocupantes en hasta 15 cm. La incidencia de la corriente puede graduarse de forma manual (o automática) a alta velocidad, para que el aire moleste lo menos posible y hasta (según McLaren) pueda conducirse sin casco.
El sistema funciona de manera automática, de forma que no actúa en el tráfico urbano, para intervenir de forma gradual conforme se gana velocidad. Y si el piloto quiere sentirse como en un monoplaza de competición, puede desactivarlo manualmente. A velocidades medias y bajas, todo el flujo del aire va a los radiadores para mejorar su refrigeración, incluida la del aceite de la transmisión. En cualquier caso este McLaren Elva presenta un aspecto agresivo, con sus marcados guardabarros delanteros, en cuyas aletas se fijan los pilotos delanteros en la zona más próxima al frontal, muy curvilíneo y rematado por abajo por un deflector muy próximo al suelo. La zaga por su parte es también muy redondeada con un gran escudo difusor negro inferior con dos bocas de escape por encima, justo entre los grupos ópticos y las prolongaciones aerodinámicas tras los apoyacabezas tipo “speedster”.
McLaren Elva: aligerado al extremo
Pero no es sólo una estudiada aerodinámica y un poderoso motor, McLaren ha echado el resto en el aligeramiento, hasta el punto de anunciar el McLaren de calle más ligero realizado hasta la fecha, lo que significa estar por debajo de los 1.198 kg en vacío del Senna… Para ello ha recurrido a un uso intensivo de la fibra de carbono también en el bastidor (a cuyo monocasco llama “Monocage III”, eliminando elementos accesorios; hasta los asientos están modelados e integrados en el mismo), y en todo tipo de componentes (el alerón trasero activo, paneles, puertas y capós, etc.
Y cuando no es la fibra de carbono es el titanio (como en las pinzas de freno, un kilo más ligeras cada una de ellas, o los tubos de la línea de escape de Inconel, también en titanio), o los discos de freno carbocerámicos (de 39 cm de diámetro, los mismos del Senna). La suspensión también rebaja peso, al elegir una hidráulica activa, con una dirección de asistencia electrohidráulica.
Es esta estudiada ligereza la que le permite unas prestaciones sensacionales, al nivel del Senna (menos de 3 segundos de 0 a 100 km/h, o sea los 2,8 del Senna, pero sobre todo sólo 6,7 segundos de 0 a 200 km/h (¡una décima menos que el Senna!), que es un crono espectacular. McLaren no ha anunciado oficialmente ni el peso en vacío ni la velocidad máxima de este Elva, pero fuentes próximas a la marca indican que el peso rondará los 1.185 kg y su velocidad punta superará los 330 km/h…
McLaren Elva: motor brutal, peso controlado
El propulsor es el 8 cilindros en V a 90º sobrealimentado por dos turbocompresores, que aquí da 15 CV más que en el Senna (815 CV) con un par motriz de 81,6 mkg (también unos 4 mkg más), pero McLaren no dice a qué regímenes de giro (aunque serán similares a los del Senna). Colocado en posición central y con tracción exclusiva al eje posterior, monta un cambio DCT de doble embrague y 7 relaciones, y cuenta con tres modos de conducción –Comfort, Sport y Track– que gestionan la respuesta del motor, dirección y caja de cambios, actuando también sobre el control electrónico de estabilidad y el nuevo VDC (“Variable Drift Control”) para poder derrapar de manera controlada, algo indispensable cuando se tienen más de 800 CV bajo el pie para un peso de menos de tonelada y cuarto (tengamos en cuenta que la relación peso potencia es de prácticamente ¡1,5 kg por CV!).
Con tal potencia, peso y dimensiones, es evidente que el único rival –de momento- para este McLaren Elva estaría en los Ferrari SP1/SP2 (monoplaza o biplaza), otra “barchetta” de altísimas prestaciones (y también sin parabrisas), un derivado del Ferrari 812 Superfast que con su motor V12 de 810 CV (pero más peso, ya en la tonelada y media) se mueve en sus mismos registros…
El interior presenta una apuesta minimalista de vanguardia, similar al del Senna, con un cuadro digital y una pantalla multimedia vertical de 8”, eso sí un tanto “pegote” en medio del salpicadero. Los pocos botones existentes son los de la selección de marchas del cambio automático, al pie de consola central, con un volante libre de mandos para concentrarse mejor en la conducción. Y por supuesto, el interior puede configurarse a gusto del cliente, con todo tipo de materiales exclusivos, incluyendo anagramas en oro de 18 quilates.
Y para asegurar su exclusividad, McLaren anuncia para el Elva una edición limitada de 399 unidades, casi todas ya adjudicadas (una de ellas precisamente para nuestro Fernando Alonso) al “módico” precio de 1.425.000 libras esterlinas (eso sí, con IVA incluido), que traducido a euros vendrían a ser unos 1.660.000 euros. En definitiva, un capricho para multimillonarios coleccionistas de modelos que raramente veremos rodando por las calles, pero sí en los circuitos, en los sofisticados concursos de elegancia y en las subastas de coches donde se conocen a todos sus ilustres propietarios.