Con conducción autónoma nivel 3
Conducimos el coche de serie más avanzado del momento presente, el nuevo Audi A8, disponible en el inicio con dos motorizaciones V6 en gasolina y diésel y con la novedad absoluta de incluir la conducción autónoma en nivel 3 a través de su asistente de atascos Audi AI Traffic Jam Pilot.
La renovación completa del buque insignia de Audi, ya en su cuarta generación, apuesta a fondo por la carta de la tecnología con un impresionante paquete de ayudas a la conducción, y en especial las aplicadas para anticipar la conducción autónoma del futuro, que hacen del nuevo Audi A8, el coche de serie más avanzado del momento presente.
En su interior nos reciben dos amplios butacones muy confortables y de buena sujeción lateral, si bien este es un vehículo en el que probablemente su usuario final disfrutará de las cómodas y amplísimas plazas traseras al ser conducido por un «chauffeur», Desde el puesto de conducción contemplamos tres pantallas, el Digital Cockpit como cuadro de mandos y dos más, una para la climatización (también recibe escritura identificativa con el dedo) y otra para el MMI, diciendo adiós a los botones en el salpicadero.
Las plazas traseras (tres de serie) también pueden incorporar un sistema de entretenimiento con dos tablets de 10,1 pulgadas en la que poder ver la televisión digital o navegar por Internet. Pero además, Audi facilita un control remoto a modo de tablet de 5,7 pulgadas ubicado entre las dos plazas para manejar climatización, radio, regular los asientos, la iluminación y las cortinillas de las ventanillas. .
Como opción, se puede configurar con dos butacas individuales, aunque no se pierde la plaza central (configuración 2+1), pudiendo equipar opcionalmente calefacción, soporte lumbar y ajuste eléctrico longitudinal para la inclinación de la banqueta y para el respaldo. El asiento trasero derecho tiene mayor comodidad al estar pensado para altos mandatarios, con un listado de extras que puede incluir masaje en butaca y reposapiés, dos mesitas plegables y asiento del copiloto desplazable hacia adelante para habilitar más espacio para piernas. Como colofón, se puede equipar una nevera y hay disponible un espectacular sistema de sonido Bang&Olufsen Advanced de 1.920W con hasta 23 altavoces.
Audi AI Traffic Jam Pilot
Si hay una palabra que pueda definir al nuevo Audi A8, esta es sin duda «tecnológico» y no es solo porque el buque insignia represente su mejor tarjeta de presentación sino porque en el caso de esta marca premium alemana da un paso adelante con más de 40 sistemas de asistencia al conductor, convirtiéndose en la auténtica referencia de su segmento. Entre ellas hemos tenido la oportunidad de probar a fondo la que representa el mayor avance en cuanto a la conducción automatizada que podemos encontrar en un coche de serie: el asistente de conducción en atascos Traffic Jam Pilot.
Este sistema supone un avance sustancial en lo que se refiere a la conducción autónoma del futuro. Con él conectado el conductor no necesita vigilar constantemente el vehículo y la carretera, tan sólo debe permanecer alerta y ser capaz de asumir el control cuando el sistema lo requiera. para ello, el conductor activa el asistente a la conducción en atascos con el botón AI en la consola central. En autopistas y autovías de varios carriles con separación física entre ambas direcciones, el sistema se encarga de la conducción bajo tráfico denso, siempre que el coche no supere los 60 km/h, acostumbrándonos rápido a su efectividad.
El AI Traffic Jam Pilot puede arrancar desde parado, acelerar, controlar la dirección y los frenos manteniendo el vehículo dentro del carril. También actúa si otros vehículos se interponen en la trayectoria o cambian de carril de forma repentina. Las señales requeridas por el sistema para la conducción automatizada condicionada se obtienen del controlador central de los sistemas de asistencia (zFAS) y de una fusión redundante de los datos recogidos por la unidad de control del radar.
Si el Audi AI Traffic Jam Pilot está activado, el conductor puede levantar el pie del acelerador y retirar la manos del volante. No es necesario que vigile el coche de forma continua, y puede centrarse en otra actividad. El cuadro digital (“virtual cockpit”) permite ver el vehículo desde la parte trasera así como las marcas en la carretera.
Mientras que el Traffic Jam Pilot está activado, una cámara comprueba si el conductor está preparado para volver a tomar el control del vehículo si fuera necesario. Para ello analiza la posición y el movimiento de la cabeza y los ojos, con el objeto de generar datos anónimos. Si los ojos del conductor permanecen cerrados durante un cierto tiempo, por ejemplo, el sistema le pide al conductor que recupere el control de la conducción, recuperación que se produce a través de múltiples etapas.
Y si la velocidad supera los 60 km/h o el tráfico comienza a despejarse, el sistema informa al conductor sobre la necesidad de que retome el control del vehículo. Si el conductor ignora el primer aviso acústico lanza las siguientes alertas: señal acústica más aguda, mensaje de texto en el Audi virtual cockpit, tensado del cinturón de seguridad por tres veces y ralentización de la marcha. Si el conductor sigue sin reaccionar, se inicia la intervención de emergencia tensando completamente el cinturón de seguridad e iniciando entonces una maniobra de frenada de emergencia hasta que se detiene por completo en su carril, como pudimos comprobar por autopistas de la Comunidad Valenciana. Esta frenada de emergencia trata de evitar que nos hayamos quedado dormidos al volante o tengamos algún problema médico que nos impida conducir, y antes de frenar analiza mediante las cuatro cámaras situadas delante, detrás y en los espejos retrovisores, si hay tráfico rodado a nuestro alrededor y sobre todo detrás nuestro, para medir la progresión de la frenada.
Una vez detenidos, el vehículo enciende las luces de emergencia, selecciona la posición P en la palanca de cambios, activa el freno de estacionamiento, desbloquea las puertas y envía una llamada de emergencia. Todo un alarde tecnológico en favor de la seguridad y la asistencia al conductor.
De momento, la legislación española no permite el empleo del Traffic Jam Pilot en nuestro país al prohibir que el conductor se desentienda totalmente de la conducción, si bien la DGT está trabajando para ofrecer un marco legal adecuado mediante un reglamento específico que permita la actuación de la Inteligencia Artificial (AI).
Propulsores gasolina y diésel hibridados a 48V
Para el lanzamiento en España del nuevo Audi A8 se dispone de los motores 3.0 V6 turbo de inyección directa, tanto en diésel como en gasolina, ambos con tracción integral quattro, caja de cambios tiptronic de ocho velocidades y alternativa de carrocería con batalla larga Audi A8 L, que aumenta su tamaño hasta los 5,30 m desde los 5,17 m de la variante «corta» a base de alargar la distancia entre ejes en 13 cm.
El Audi A8 50 TDI desarrolla una potencia de 286 CV, con un poderosísimo par máximo de 600 Nm. Este propulsor permite que en la configuración de carrocería normal, pueda pasar de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y alcanzar una velocidad de 250 km/h (limitada electrónicamente). A pesar de esas excelentes cifras, su consumo medio de combustible en el ciclo de homologación europeo NEDC es de sólo 5,6 l/100 km (145 g/km de CO2).
Esta versión en la que tuve la oportunidad de ser transportado como pasajero (la situación más corriente en este tipo de berlina de representación) y además poder conducir personalmente, responde con una absoluta suavidad de funcionamiento y refinamiento, gracias a sus soportes de motor activos que contrarrestan las vibraciones propias del motor generando pulsos de fase contraria que las anulan para que no se transmitan al interior. A pesar de su peso en torno a las dos toneladas, su agilidad es propia de un coche más pequeño y ligero. La respuesta es inmediata al volante gracias al empleo de la dirección dinámica a las cuatro ruedas (giran 2º en el mismo sentido que las delanteras y en maniobra, hasta 5º en el sentido opuesto) y por su sofisticada suspensión activa Al Active Suspension, que mediante la cámara frontal analiza el estado de la carretera y adapta la amortiguación mediante actuadores eléctricos independientes motorizados.
Además, la dinámica y agarre se benefician de una sofisticada tracción integral quattro con un diferencial central autoblocante que reparte la tracción entre ambos ejes en una relación 60:40, pero puede variar del 30% al 85% del par motriz a las ruedas traseras y del 70% al 15% a las delanteras (en opción con diferencial posterior activo más deportivo).
En el caso del Audi A8 55 TFSI de 340 CV, su par máximo se sitúa en los 500 Nm. Esto permite a dicha versión acelerar desde parado hasta los 100 km/h en 5,6 segundos (5,7 seg. la carrocería del A8 L). El consumo medio de combustible se mantiene en 7,7 l/100 km recorridos en cualquiera de las dos carrocerías, con unas emisiones de C02 de 176 g/km.
Ambos motores utilizan la tecnología conocida como mild-hybrid conformada por un alternador de arranque con correa, ligado al sistema eléctrico principal de 48 voltios. El sistema permite la marcha por inercia con el propulsor apagado y su arranque se realiza con la mayor suavidad cuando es necesario. También cuenta con la función start/stop ampliada (por debajo de 22 km/h) y un sistema de recuperación de energía que puede llegar a recargar hasta 12 kW en las fases de frenada. Además, esta tecnología posibilita alimentar novedosos sistemas electromecánicos, como la suspensión activa. Todo ello tiene un efecto combinado muy positivo para la eficiencia de los motores, que pueden conseguir un ahorro de combustible de en torno a los 0,7 l/100 km en conducción real.
Para otoño se esperan los A8 L W12 de 585 CV y A8 L e-tron de 449 CV, este último híbrido enchufable que podrá recorrer unos 50 km en modo eléctrico e incorporará un sistema de carga inductiva. Ya para 2019 la gama se completará con las versiones con motores V8 4.0 TFSI (460 CV) en gasolina y 4.0 TDI (430 CV) en diésel.
Equipamiento de auténtico lujo
Las dos versiones V6 disponibles en el lanzamiento ofrecen idéntico equipamiento de serie, salvo el tamaño de las llantas. Destacan la columna de dirección regulable eléctricamente con un volante multifunción de cuero (incorpora levas del cambio), iluminación interior con LEDs, el climatizador bi-zona, el Audi parking system plus delantero y trasero con cámara de marcha atrás, asientos delanteros calefactados con regulación eléctrica, el Audi connect Safety & Service con el MMI navegación plus junto a las dos pantallas táctiles de la consola central, el cuadro de instrumentos digital Audi virtual cockpit de 12,3 pulgadas, sistema Audi pre sense city con protección de peatones; faros y pilotos de LED estos últimos con tecnología Audi Matrix OLED (con patrones de iluminación variados), suspensión neumática adaptativa regulable, etc.
Como opción, estarán disponibles además de la tecnología de iluminación mediante luces progresivas adaptativas (Audi HD Matrix LED con tecnología láser), los sistemas de estacionamiento asistido Audi AI Remote Parking Pilot y Audi AI Remote Garage Pilot, el primero enfocado a aparcamientos colectivos y el segundo a un garaje propio, que pueden aparcar el coche tanto en batería como en paralelo siempre que haya un espacio suficiente en la plaza de aparcamiento. El vehículo maneja de manera autónoma la dirección, el acelerador, los frenos y el cambio, tiene en cuenta los obstáculos cercanos y también puede sacar el coche de la plaza. Ambos sistemas de aparcamiento se pueden usar estando dentro o fuera del coche y el conductor realiza la maniobra mediante un smartphone.
Los precios para España:
Versión | P.V.P. (€) |
Audi A8 50 TDI | 97.460 |
Audi A8 55 TFSI | 104.560 |
Audi A8 L 50 TDI | 100.360 |
Audi A8 L 55 TFSI | 107.580 |