Bautizado a la francesa como Golf Cabriolet, la reedición de este nuevo Golf no pretende competir con su hermano de techo rígido plegable, el Eos, por lo que se situará claramente por debajo de éste tanto en precio como en ofertas motrices, lo que no quita para que de entrada ofrezca una con hasta 210 CV. Así, en gasolina llega con el 1.2 TSI (105 CV) y los 1.4 TSI (122 y 160 CV), rematando la oferta de estos 4 cilindros turbo de inyección directa el 2.0 TSI de 210 CV. En diesel de momento sólo hay dos, el 1.6 TDI de 105 CV y el 2.0 TDI de 140 CV, aunque más adelante también se incorporará el 2.0 TDI de 170 CV.
El cambio es el manual de 6 relaciones ya conocido, o bien el igualmente prestigiado DSG robotizado de doble embrague con 6 ó 7 marchas, según versiones (7en los 1.2 TSI y 1.4 TSI, y 6 en los 2.0 TSI y 2.0 TDI, de mayor par, con cárter húmedo (en baño de aceite) y no seco como los DSG 7. Además, para final de año contará con versiones “verdes” BlueMotion, una diesel y dos en gasolina.
Estéticamente, todo el frontal y la mitad anterior se corresponden con el Golf 3p, aunque el parabrisas va más tendido, lo que eleva la altura de la cintura lateral. Con un filete cromado sobre la zona superior de la misma, como frontera de la zona de chapa, comparte faros y grupos ópticos con sus hermanos de gama, aunque los primeros llevan ahora una banda específica de diodos como luz de cruce diurna, y los segundos (también de diodos) repiten el esquema de luces internas en “C”, puesto de moda por el Polo y que parece convertirse en una nueva seña de identidad de las berlinas de la marca.
En cuanto a la capota, textil para diferenciarse claramente del Eos, es de plegado y desplegado eléctrico (en tan sólo 9,5 segundos) que puede activarse incluso en marcha (hasta 30 km/h). Según Volkswagen, este nuevo Golf cabrio es uno de los descapotables más silenciosos del mercado, tanto a coche abierto como sobre todo cerrado, con una capota de lona muy perfeccionada y un nuevo sistema de sellado de puertas y ventanas con ella puesta.
Como rasgo distintivo, no hay arcos de seguridad antivuelco a la vista tras las plazas traseras, sino que van encastrados, emergiendo de forma automática si se alcanza una determinada inclinación lateral que implique riesgo de vuelco. Con el mismo equipamiento de los demás VW Golf, el nuevo Golf Cabriolet traerá de serie airbags frontales y laterales, airbag de rodillas del conductor y por supuesto ESP, pudiendo en opción equipar faros bi-xenon direccionales, llantas de 19” (de serie trae 16, 17 y 18”), navegador GPS, tapicería de piel con tratamiento anti-intemperie, etc. Su llegada al mercado no será sin embargo muy oportuna, ya que está prevista para el verano (junio o julio), la época en que se venden más descapotables en Europa.
