Una revisión, la mejor prevención
La llegada del calor en combinación con los típicos trayectos largos de las vacaciones de verano, hacen que determinadas piezas del vehículo se deterioren por el incremento de temperatura. Te contamos cuáles son las cinco averías más comunes que se producen en los viajes en coche por vacaciones, qué revisar y cómo prevenirlas.
Llegan las merecidas vacaciones y el sistema de transporte preferido para la mayoría de los desplazamientos sigue siendo el vehículo privado. La ola de calor típica de este periodo estival pone a prueba los elementos principales del vehículo, con lo que si no hemos llevado el coche al taller a lo largo del año, es posible que en esta época aparezcan nuevas averías. Las altas temperaturas y recorrer largas distancias favorecen que determinadas piezas de nuestro vehículo se deterioren, por lo que es muy importante revisar el coche antes de cualquier viaje largo y pedir siempre en el taller recambios de primeras marcas, que no comprometan la calidad de los componentes.
Antes de salir de vacaciones, se hace imprescindible revisar una serie de elementos que pueden condicionar seriamente nuestro viaje por carretera como son la batería, el alternador, el sistema de refrigeración del motor, los neumáticos y el aire acondicionado, al ser elementos susceptibles de sufrir una avería.
Las 5 averías más comunes en verano: la batería se queda sin energía
En el mejor de los casos, el coche no arrancará cuando giremos la llave de contacto. Si tenemos poca suerte, a lo mejor nos podemos quedar tirados en alguna gasolinera o área de servicio, o incluso pasando la ITV, lo que directamente nos complicará aún más la cosa. En estos casos, no conviene aventurarse a realizar el cambio de batería uno mismo, como hacen algunos conductores, sino llamar a un taller de confianza que nos garantice un recambio original. A veces, el problema no viene de la misma batería, sino que es el alternador, pero de todas formas, es mejor que nos comprueben el estado de la batería para evitar sustos de última hora.
Las 5 averías más comunes en verano: el Alternador
Convierte la energía mecánica en energía eléctrica, recargando la batería con el movimiento del coche. Como hemos visto anteriormente, el uso excesivo del aire acondicionado, el sistema de refrigeración del motor y otras piezas eléctricas, contribuye a darle mucho más trabajo de lo habitual al alternador. Por ello, es otra pieza que, de estar algo deteriorada, es susceptible de averiarse. Dentro del alternador, la correa del mismo también puede romperse con el uso excesivo, siendo un factor importante para preservarlo el no abusar de sistemas como el de aire acondicionado y no aparcar el coche al sol, es decir, evitar que el calor pegue de lleno en el vehículo. Si tenemos un vehículo muy antiguo, y no queremos gastar mucho dinero, hay fabricantes de primeros equipos que incluso tienen alternadores de intercambio (refabricados).
Las 5 averías más comunes en verano: El aire acondicionado
Si estamos a 40 grados lo lógico es que pongamos el aire acondicionado a la mínima temperatura para que enfríe lo antes posible. Esta práctica, sin embargo, puede llevar a que se deterioren las tuberías que transportan el aire frío, por lo que se puede producir alguna fuga, algo muy común en este tipo de averías del sistema de aire acondicionado. Por ello, si el vehículo tiene ya sus añitos, es recomendable revisarlas antes del verano. Además, los especialistas en climatización advierten que el termostato es otra pieza propensa a romperse recomendando no usar el aire en exceso todos los días, porque también consumiremos más.
Las 5 averías más comunes en verano: Desgaste de los neumáticos
Las altas temperaturas del verano hacen que el asfalto sea abrasador para los neumáticos, con el consecuente desgaste de las ruedas, y si a esto le añadimos un viaje largo, el resultado puede a veces, convertirse en una sorpresa desagradable.. Es conveniente revisar cómo de desgastados tenemos los neumáticos y tener en cuenta que durante el viaje se gastarán más que en invierno. De este modo evitaremos un reventón, que cada vez más imposibilita el continuar la marcha ya que en el mercado abundan los coches con solo un kit antipinchazos en lugar de una rueda de repuesto, ni siquiera de emergencia (conocidas vulgarmente como «galleta»).
Las 5 averías más comunes en verano: El sistema de refrigeración del motor
Elemento indispensable para garantizar la correcta temperatura de funcionamiento del motor, si falla, podemos dañar el bloque motor entero. Por ello, es fundamental controlar que este sistema junto con la bomba del agua estén en las mejores condiciones. Con el calor, la temperatura del aceite suele ser algo más elevada, y más si estamos en un atasco. El electroventilador, la pieza encargada de refrigerar el motor si el coche está parado, es otra de las piezas que tiende a estropearse en verano.
En resumen, para conservar correctamente las piezas susceptibles de verse afectadas por las altas temperaturas, lo mejor es realizar las revisiones cuando indique el fabricante y cambiar las piezas necesarias en el momento requerido por el mismo. Por ello, si queremos una mayor garantía de fiabilidad, lo mejor es mantener los recambios originales de la marca, que cumplen con los estándares requeridos por el fabricante del vehículo, y también cuidar nuestro coche frente al calor excesivo.